Powell reconstruye los lazos con París

¿Dónde está Sadam Husein? "Je ne sais pas" ("No lo sé"), contestó en francés el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, despertando un momento de hilaridad entre los periodistas que le escuchaban durante su primera jornada de visita a la capital francesa. "No sé si está muerto o vivo. Lo único que sé es que ya no está en el poder", añadió. Por lo demás, palabras medidas para describir la relación franco-estadounidense y su deseo de superar las tensiones, sin negarlas.

El voto favorable de Francia, Alemania y Rusia a la resolución norteamericana sobre la posguerra representa "un paso en la buena dirección", a juicio de Powell. "Esto no quiere decir que los desacuerdos del pasado queden totalmente olvidados. No fue un periodo agradable para ninguno de nosotros".

Preguntado sobre las "consecuencias" en la relación con Francia de las que él mismo había hablado, Powell mantuvo que "se están examinando algunas actividades bilaterales y las actividades militares en razón de los cambios de circunstancias", pero no dio detalles. Sólo negó que la Casa Blanca proyecte represalias económicas contra Francia.

Powell es la estrella de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países del G-8, preparatoria de la cumbre prevista en la ciudad francesa de Evian para principios de junio. Después de la guerra en Irak es el tercer miembro del Gobierno norteamericano que visita Francia, pero siempre en el marco de reuniones multilaterales como la del G-8, como lo hará también el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a quien Chirac telefoneó ayer.