_
_
_
_
Entrevista:JOAN CLOS | Candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona | ELECCIONES 25M | El duelo de Barcelona

"Barcelona necesita una Generalitat no sumisa al PP"

Blanca Cia

Relajado y sonriente. Es el modo de estar habitual de Joan Clos, alcalde socialista de Barcelona y candidato a la reelección, pero podría atribuirse también a la tranquilidad con la que afronta la cita electoral del próximo domingo. Es la segunda vez que Clos, de 53 años, alcalde desde hace 7 y con 20 años de dedicación al ayuntamiento, se enfrenta a las urnas. En 1999, Clos obtuvo el mejor resultado que ha logrado su partido: se quedó a un concejal de la mayoría absoluta, 20 sobre 21. Ahora, todos los sondeos pronostican que aguantará bien el envite el electoral, con una pérdida de uno o como mucho dos concejales. En cualquier caso se da por segura la continuidad del actual equipo de gobierno con Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana. Una alianza que ya se ha convertido en un clásico en la gobernabilidad de Barcelona.

"Lo que me preocupa es que peligra la conexión del AVE con la red francesa"
"Desde los pactos con el PP de 1996, CiU se ha inhabilitado para transformar Barcelona"
Más información
La Junta Electoral prohíbe mensajes con "connotaciones políticas" en los colegios
"El equipo de gobierno de Clos ha aparcado su ideología"

Pregunta. ¿Firmaría ya los resultados que le dan los sondeos?

Respuesta. No me conformo con ningún resultado de las encuestas. Lo que queremos es convencer a los ciudadanos de la importancia de continuar con un proyecto de transformación de Barcelona, un proyecto muy contundente que nos ha puesto como ciudad líder en Europa en términos de transformación urbana. Y estamos resistiendo muy bien tanto las dificultades económicas de la actual coyuntura general como la desatención sistemática que hemos sufrido por parte del PP.

P. ¿A qué llama desatención sistemática?

R. Por ejemplo, a la falta de inversión en infraestructuras esenciales, a intervenciones económicas como el veto a la OPA de Gas Natural sobre Iberdrola o al incumplimiento de los acuerdos sobre la Carta Municipal de Barcelona, que topa con la obstrucción sistemática del Gobierno central. La ideología del PP va en contra de lo que propugna la carta, que es un instrumento fundamental para Barcelona. En infraestructuras es más que evidente que el retraso del AVE, el retraso en la construcción de la tercera pista del aeropuerto y la mala gestión de AENA nos perjudican gravemente, igual que la falta de autovías. Todo ello va en detrimento de la proyección de Barcelona.

P. ¿Y cómo cree que se puede modificar esa situación si no hay cambios en el Gobierno central?

R. En primer lugar con una mayoría fuerte en el Ayuntamiento de Barcelona que nos permita dialogar con el respaldo de la población. Con un resultado electoral que les obligue a hacernos caso.

P. Pero esa mayoría fuerte ya la han tenido en el mandato que ahora termina. ¿Entonces?

R. Sí. Pero también necesitamos un Gobierno de la Generalitat que no pacte con el PP, que no se someta a su dictado y que tenga autonomía política y económica para negociar de verdad. Lo que no podemos aceptar es la sumisión, la aceptación sistemática que el Gobierno de Convergència i Unió [CiU] hace de ello, porque Barcelona necesita todos estos proyectos para impulsar el área metropolitana y toda Cataluña. Me refiero a proyectos como el Fòrum 2004, o el distrito tecnológico 22@, fundamentales para consolidarnos como una gran capital europea que apuesta por la calidad urbana y que utiliza la política de equipamientos para el reequilibrio entre los barrios y la cohesión de la ciudad.

P. Y mientras, ¿qué tiene que hacer la ciudad por sí misma?

R. Creo que debemos continuar apostando por un modelo propio de afirmación, con los proyectos concretos que nos permiten que en estos momentos seamos una ciudad extremadamente valorada en la opinión de los europeos y en la opinión pública internacional. Eso tiene consecuencias muy importantes, tanto desde el punto de vista social como económico, de ocupación y de inversión extranjera. Ésta es la inversión de futuro. Además, en los asuntos importantes como la vivienda, la seguridad y el transporte público, necesitamos tener el apoyo de la Generalitat y del Gobierno central, que es a quienes corresponden estas políticas.

P. Al ciudadano, lo que le importa es la solución de sus problemas, o de lo que percibe como tales: la vivienda, la seguridad o la convivencia con la inmigración, y esas reclamaciones se formulan a los ayuntamientos.

R. Es normal, porque el gobierno municipal es excepcional por la proximidad con la gente, y eso lo hace también mucho más interesante. Los ayuntamientos abarcan también todos los servicios, unas veces directamente y otras para convertirnos en portavoces de sus reclamaciones. Por ejemplo, con lo que está ocurriendo con los cuarteles de Sant Andreu, donde el Ministerio de Defensa está permitiendo una ocupación degradante. [Varios cientos de inmigrantes y okupas se han instalado en las viejas instalaciones militares, que carecen de las más mínimas condiciones de higiene].

P. ¿Cómo puede el Ayuntamiento mejorar su política de vivienda?

R.Tenemos un programa muy ambicioso: queremos pasar del actual 16% de vivienda protegida al 25% como una fórmula para actuar contra la burbuja especulativa, incentivada y tolerada por el Gobierno del PP. El incremento de los precios no es específico de Barcelona, es un fenómeno generalizado en toda España. Esto es una prueba evidente de que en el encarecimiento de la vivienda no hay una responsabilidad específica de la ciudad. Al contrario. Desde el punto de vista económico, parece un despropósito que buena parte del ahorro nacional esté depositado en hipotecas a 30 años. Hay que incentivar el alquiler, y bonificar fiscalmente al inquilino. Y se debe destinar una dotación importante a la rehabilitación de los centros históricos.

P. Tanto el PP como CiU dicen que el Ayuntamiento de Barcelona malbarata sus recursos, que vende suelo.

R. Creo que la campaña electoral ha servido para clarificar definitivamente esta falsa acusación del PP y de CiU, que en el fondo lo que pretenden es esconderse las vergüenzas mediante falsas acusaciones. En Barcelona, quien construye y promueve más vivienda de protección oficial es el Ayuntamiento, y eso es un hecho.

P. El AVE no llegó en 2002 y tampoco llegará en 2004. ¿Cómo afectará el retraso a Barcelona?

R. Esta es una de las pruebas de la absoluta falta de atención del Gobierno del PP hacia Barcelona. Pero lo que más me preocupa es la conexión con Francia, que peligra porque el Gobierno francés la ha desprogramado de sus actuaciones prioritarias. El Ejecutivo de Aznar tiene que exigir a su homólogo francés el compromiso de construcción del tramo de alta velocidad entre Perpiñán y el tronco de alta velocidad de Lyón-París.

P. Falta un año para el Fòrum 2004 y no se ve mucho entusiasmo.

R. Eso no es cierto; las encuestas arrojan un 80% de apoyo al Fòrum.

P. Sí, pero podría ser sólo por la confianza en la capacidad de la ciudad de organizar cualquier cosa importante.

R. No, no. Hay mucha gente que cree que será relevante, interesante, que permitirá que Barcelona se proyecte al mundo.

P. ¿Y con eso ya basta?

R. Falta un año para que empiece. Estoy seguro de que el Fòrum es la gran oportunidad de Barcelona para poder hablar de nuevo al mundo y hacerlo con un lenguaje y un mensaje propios. Lo haremos en un contexto de política internacional extremadamente oportuno para tratar sobre la paz y la convivencia cultural.

P. ¿Pero no quedará encorsetado por el pacto entre las tres administraciones?

R. Será un equilibrio entre la ambición de proyección internacional y la obligación de que todas las voces y sensibilidades expresen sus opiniones. Este tipo de equilibrios, en Barcelona, sabemos hacerlos muy bien. Lo hemos demostrado en la cumbre de la UE, lo hemos demostrado saliendo a la calle por la paz y volveremos a hacerlo en el Fòrum.

P. ¿Se imagina tener que negociar la restitución del gobierno metropolitano que suprimió Pujol con un nuevo Gobierno de CiU si Maragall perdiera las elecciones?

R. El área metropolitana es tabú para Convergència, que desde sus pactos con el Partido Popular se ha inhabilitado como motor de transformación de Barcelona. El gobierno metropolitano y la Carta Municipal son las dos metas constituyentes de Barcelona. Y ahí tengo el apoyo de Pasqual Maragall y de José Luis Rodríguez Zapatero. Espero que ganen los dos.

P. ¿Y usted, dónde se ve dentro de cinco años?

R. ¿Yo? En el Ayuntamiento de Barcelona.

Joan Clos, en la escalinata del paseo de la Barceloneta, junto al Port Vell.

 

/ SUSANNA SÁEZ
Joan Clos, en la escalinata del paseo de la Barceloneta, junto al Port Vell. / SUSANNA SÁEZ

JOAN CLOS

- Lugar y fecha de nacimiento: Parets del Vallès, provincia de Barcelona, 1950.

- Profesión: Médico anestesista y epidemiólogo.

- Cargo: Alcalde de Barcelona.

- Tiempo en el cargo: Seis años.

- Partido político: PSC.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_