Los socialistas mantienen su hegemonía en Barcelona

Barcelona seguirá siendo socialista, según la intención de voto registrada en el sondeo elaborado por el Instituto Opina para EL PAÍS y la Cadena SER. "En la ciudad de Barcelona se produce una escasa variación en términos políticos. El PSC revalidará su victoria, pero en función de la participación y del aumento en intención de voto de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV) podría retroceder dos concejales", explica Opina.

La encuesta refleja una caída de casi cinco puntos en el apoyo a la candidatura del Partit dels Socialistas de Catalunya (PSC), que encabeza el alcalde de Barcelona, Joan Clos. Del 45,2% que cosechó en los comicios locales de 1999 pasaría al 40,5% el próximo 25 de mayo, y de los 20 concejales que ahora tiene, se quedaría en 18. Los tres ediles que el sondeo atribuye a ICV serían suficientes para que Clos mantuviera una mayoría absoluta (21 votos sobre 41) en el Ayuntamiento de Barcelona.

Su más directo adversario, el candidato de CiU, Xavier Trias, portavoz del grupo catalán en el Congreso de los Diputados, sube tres puntos en intención de voto respecto a los sufragios logrados en 1999 (pasa del 21,7% al 25%) y gana un concejal (de 10 a 11).

Por su parte, los populares experimentan un retroceso significativo (pierden casi dos puntos y medio, del 14,9% de votos al 12,5%) y se quedarían con un concejal menos de los seis que tienen en la actualidad. El candidato popular, Alberto Fernández Díaz, era hasta ahora la referencia autonómica de este partido en Cataluña.

Vuelta a la normalidad

La irrupción de Josep Piqué, ministro de Ciencia y Tecnología, que supuestamente optará en octubre a la presidencia de la Generalitat de Catalunya, ha obligado a Alberto Fernández Díaz a encarar la aventura electoral del Ayuntamiento de Barcelona.

En cuanto a ERC, su expectativa de voto crece dos puntos y medio (del 6,5% al 9%) y gana un concejal (de tres a cuatro).

El sondeo de Opina recuerda que "los resultados de 1999 [en las elecciones al Ayuntamiento de Barcelona] fueron excepcionales" debido a que la "baja participación afectó, en primer término, a CiU, mientras que el PSC obtuvo resultados porcentualmente muy altos, por encima de lo que era habitual". Por ello, concluye el Instituto Opina, "las elecciones de 2003 representan un cierto retorno a la normalidad".

Los vecinos de Barcelona encuestados prefieren que se forme una coalición entre PSC-CiU para gobernar su ciudad. Así lo expresan el 13,4% de los consultados. A continuación le siguen los que apoyan una alianza entre PSC-ERC (9,1%) o un pacto PSC-ERC-ICV (8,4%).

La muestra recoge un empate técnico entre los que creen (un 46,8%) que la actuación del PP en el conflicto de Irak influirá en las elecciones del 25 de mayo y quienes mantiene que no tendrá ninguna incidencia (46,5%). En otros puntos de España son mayoría los que opinan que no tendrá influencia.

En Barcelona, la movilización social contra la guerra de Irak fue especialmente significativa y el movimiento de los jóvenes universitarios contra el conflicto bélico fue muy numeroso e intenso durante los días previos y durante el desarrollo de la invasión de Irak.

La nota media que los encuestados dan a la gestión realizada por el Ayuntamiento de Barcelona es del 6,04 sobre una nota máxima de 10. A esta puntuación se añade que un 52,6% de los que responden a Opina cree que la situación de su ciudad ha mejorado en los últimos cuatro años.

Un 46% cree que la ciudad necesita un cambio de partido en el Gobierno municipal, por un 38% que no lo considera necesario.

Cuando se trata de valorar las principales actuaciones de la corporación municipal que dirige Joan Clos, los consultados aprecian especialmente el proyecto denominado Forum 2.004-Diagonal del Mar. Un 24,3% lo distingue como el más importante desarrollado durante el pasado mandato municipal. Le sigue en apreciación la política urbanística (22,5%), el transporte público (11,4%), el estado de la vía pública (7,6%) y los parques y jardines (7%).

Respecto a los problemas que padece la ciudad, a los barceloneses les preocupa principalmente la delincuencia que acarrea inseguridad ciudadana (el 37,6% de los encuestados dan esta respuesta), la vivienda, los precios y la especulación del suelo (23,8%), el tráfico (18,1%), el estado de la vía pública (11,9%), la inmigración (10,6%) y el paro (5,4%).

Joan Clos es, de todos los candidatos que se presentan a la alcaldía de Barcelona, quien mejores soluciones daría a los problemas existentes, según las personas a las que ha preguntado el Instituto Opina. En la gestión del alcalde hay aspectos en los que ha aprobado, según los encuestados, y otros en los que ha suspendido. Los aprobados se refieren a los servicios sociales, la limpieza de las calles, el transporte público, las infraestructuras y comunicaciones y los centros sanitarios.

Ha suspendido el gobierno de Joan Clos en las políticas desarrolladas contra la inseguridad ciudadana, el tráfico, la vivienda, los problemas de la inmigración y la generación de empleo.

El nivel de conocimiento del alcalde de Barcelona es altísimo. Un 94% de los interrogados saben cómo se llama, y la valoración que merece su gestión entre los encuestados supera el aprobado (6,14).

Alberto Fernández Díaz, candidato del PP, es el único que suspende en la valoración que hacen los encuestados de los candidatos. El socialista Clos logra 6,1; Xavier Trias (CiU) consigue 5,21 y Alberto Fernández Díaz se queda en 3,47.

Un 68,1% apuesta porque Joan Clos será el próximo alcalde de Barcelona tras las elecciones del 25 de mayo. Un 35,3% declara que prefiere que sea Clos el regidor, al que creen más sincero, más creíble y más cercano a los ciudadanos que ningún otro candidato.