Una bomba de fabricación casera destruye un cajero automático en Barcelona
Una fuerte explosión que se produjo el sábado a las 4.20 horas en una sucursal de La Caixa situada en el número 50 de la calle Calvet de Barcelona destrozó por completo el cajero y produjo importantes daños materiales en la oficina de la entidad y en los vehículos, viviendas y tiendas de las proximidades. La deflagración no causó ningún tido de daño personal.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y de los Tedax (especialistas en desactivación de explosivos) acudieron al lugar de la explosión y constataron que ésta había sido provocada por un artefacto de fabricación casera, pero de notable potencia.
La explosión no ocasionó ningún incendio, pero destruyó la sucursal bancaria y rompió cristales de casas y coches cercanos a la entidad.
Los vecinos del inmueble en el que está situada la oficina de La Caixa oyeron "una gran explosion" y los cristales de las ventanas de sus viviendas fueron destrozados por la onda expansiva.
Uno de los vecinos del número 50 de la calle de Calvet explicó a la agencia Efe que una gran explosión le despertó sobresaltado y que pudo ver "como una gran bola de fuego en la calle". "A mi hija, que duerme al lado de una ventana, le cayeron los cristales encima", añadió. Esta persona y su familia decidieron bajar a la calle porque no sabían si tenían que abandonar la vivienda, "hasta que llegó la policía y pudimos volver a casa", señaló.
En medios policiales se señalaba ayer que nadie había reivindicado la acción terrorista, pero que todo apuntaba a que la bomba había sido colocada por algún grupo antisistema, ya que éste es un tipo de acción en el que últimamente se han especializado.
La Guardia Urbana cortó la calle de Calvet a la altura de la de Madrazo mientras efectivos de los bomberos procedían a hacer caer los cristales rotos de ventanas y de las cristaleras de alguna tienda de los alrededores para evitar posteriores accidentes. A primera hora de la mañana quedó reabierta la circulación ante la expectación de los vecinos que se acercaban a la sucursal para ver los efectos de la bomba.
