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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La guerra de los temerarios

Andrés Ortega

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"Los temerarios no son temerarios sólo por el contenido de sus propuestas. Lo son igualmente por los procedimientos para llevarlas a cabo", en este caso, terminar con el régimen de Sadam Husein por medio de un ataque militar sin aval del Consejo de Seguridad, estima Carlos Alonso Zaldívar en esta conversación con Darío Valcárcel, periodista y director de la revista Política Exterior. Aunque cerrada antes de que Bush diera por acabada la guerra, este intercambio de opiniones no ha perdido actualidad. Todo lo contrario, pues la conversación eleva la vista más allá del horizonte inmediato.

Es una conversación, sosegada y culta, sin grandes discrepancias, pues pone frente a frente a dos personas no tan distantes: un diplomático que representa una izquierda moderada y un conservador que está absolutamente en contra de los neocons, los neoconservadores que dominan la Administración de Bush y sus alrededores, y que Zaldívar prefiere llamar los "temerarios". Ambos son buenos conocedores de Estados Unidos, y no antiamericanos. Pero lo más interesante no es la explicación de lo ocurrido, sino los apuntes o esbozos del mundo que viene. Pese a que Estados Unidos intente elevarse como una superpotencia (exenta de las leyes internacionales), Zaldívar no cree que un jefe vaya a poner orden en el caso, sino que "el orden internacional terminará basándose en una red de poderes, y, si no es así, no habrá orden. Lo que estos días discutimos a golpe de muertos es cuánto tardará la sociedad americana en entenderlo". Lo que queda en el aire es si Irak ha sido "un primer capítulo" o una guerra excepcional.

UNA CONVERSACIÓN SOBRE IRAK

Carlos Alonso Zaldívar y Darío Valcárcel. Biblioteca Nueva/Estudios de Política Exterior. Madrid, 2003. 198 páginas. 14 euros

La condición de diplomático en activo le ha impedido a Zaldívar entrar a opinar abiertamente sobre la política seguida por el Gobierno de Aznar, aunque las críticas a la (o las) de la Administración de Bush permiten deducir lo que opina de la española.

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