La disparidades económicas en Andalucía tienden a desaparecer, según un estudio

Un estudio elaborado por Carmen Lizárraga, profesora de la Universidad de Granada, demuestra que las disparidades económicas entre la Andalucía oriental y la occidental tienden a desaparecer, aunque el ritmo de integración ha decaído en los último tiempos. El aumento de las transacciones andaluzas con el resto de España y de la Unión Europea en los últimos años es uno de los factores para lograr una mayor cohesión territorial en el orden económico.

¿Por qué continúan existiendo dentro del espacio económico de Andalucía fuertes disparidades, superiores incluso a las de otras comunidades españolas? Esta pregunta es el punto de partida del libro La formación del espacio económico andaluz, editado por la Universidad de Granada, y que analiza en cuatro grandes capítulos la evolución de una serie de indicadores del bienestar entre 1812 y 1997 en las ocho provincias de la comunidad.

A la vista de los resultados, la profesora del departamento de Economía Aplicada, Carmen Lizárraga, concluye que hasta los años setenta no se produjo una reducción efectiva de las diferencias entre las dos mitades geográficas de Andalucía en cada una de las variables. Sin embargo, en la década de los noventa el proceso de convergencia sufre un frenazo en relación al conjunto nacional a pesar de las políticas activas puestas en marcha por la Junta de Andalucía en los últimos veinte años.

El capítulo inicial resume las principales aportaciones teóricas al estudio de la evolución económica de la comunidad y sintetiza lo ocurrido en Andalucía en el periodo comprendido entre los años 1812 y 1955. Ya en la primera mitad del siglo pasado las disparidades entre precios, salarios y productos per cápita en la región tendieron a reducirse en términos generales, si bien esta inclinación no logró un ritmo regular hasta el segundo periodo analizado por la profesora Lizárraga, el que media entre 1955 y 1997.

"Hasta los años setenta no existió una pauta similar de reducción de disparidades en todas las variables. Sin embargo, a partir de entonces, se puede observar un periodo de fuerte reducción de las diferencias en todos los casos que finaliza en la segunda mitad de los ochenta o primeros años de los noventa, periodo en el que el proceso de convergencia se ve frenado", señala el estudio.

Pese a ello, sin embargo, "ha aumentado el grado de integración del espacio económico andaluz, aunque el mayor nivel de asimilación no sólo puede explicarse a través del aumento de los vínculos intrarregionales". También hay que tomar en cuenta las transacciones económicas con las otras provincias del Estado, con los países de la unión Europea y con el resto del mundo, es decir, "el mayor grado de apertura con que cuenta cada vez la económia andaluza".

Las infraestructuras de comunicaciones, los flujos comerciales y poblacionales, los precios y los salarios son los indicadores que analiza el estudio para establecer las conclusiones.