Ibarretxe reitera a los empresarios vascos su deseo de entrevistarse con Aznar

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, reiteró ayer ante los empresarios vascos su deseo de entrevistarse con el presidente del Gobierno, José María Aznar. Ibarretxe aseguró que está dispuesto a ir hoy a las ocho de la mañana al Palacio de la Moncloa para trasladar sus propuestas, dialogar y "oir las ideas que no comparte". El lehendakari, que participó en la asamblea de la patronal vizcaína, Cebek, comentó que "respeta al otro" y se mostró partidario de intercambiar información.

Ibarretxe señaló en varias ocasiones que es una cuestión de "talante" el querer o no querer hablar y dijo que el diálogo exige una "tensión intelectual".

El lehendakari insistió en que su plan soberanista no es la solución a los problemas de Euskadi, pero que es una "propuesta humilde" que contiene una "parte de solución". Así, manifestó su deseo de que las otras partes de la solución las pongan "otros". Ibarretxe no está dispuesto a "aguantar" una situación de bloqueo político que pueda llevar a "la ruina ética, política, económica y moral".

La última conversación entre Aznar e Ibarretxe se produjo el 30 de julio de 2001. El lehendakari propuso entonces al presidente del Gobierno un diálogo político "sobre todo: soberanía, autogobierno, Estatuto y Constitución". Ibarretxe planteó entonces a Aznar la creación de una comisión al más alto nivel para el desarrollo pleno del Estatuto vasco, que aún no se ha creado.

Competencias

El presidente del Gobierno rechazó entonces esa comisión y tan sólo ha planteado al Ejecutivo vasco el traspaso de una pequeña parte de las competencias que reclama Ibarretxe.

La entrevista de hace casi dos años confirmó el desacuerdo que separa a ambos dirigentes políticos y que se mantiene desde hace cuatro años.

Aznar e Ibarretxe dialogaron durante dos horas en el palacio de la Moncloa. El lehendakari detalló a Aznar la agenda parlamentaria vasca para debatir en plenos monográficos sobre la pacificación de Euskadi (en septiembre de 2001) y el autogobierno (octubre de 2001).

El proyecto de los nacionalistas, recordó Ibarretxe, obtuvo un respaldo electoral mayoritario y pidió que ese resultado se admitiese "sin nervios ni crispaciones". "Tenemos cuatro años para acercanos o alejarnos. Yo defiendo el acercamiento", concluyó aquel 30 de julio de 2001 el lehendakari. Casi dos años después, el alejamiento se mantiene.