Detenida en Francia una de las jefas militares de ETA junto a tres terroristas de la 'reserva'
Los cuatro iban a mudarse de casa tras cargar en dos coches ordenadores y documentos
La policía francesa detuvo ayer en Saintes, una localidad próxima a La Rochelle, a Ainhoa García Montero, Laia, una de las supuestas jefas militares de ETA, y a otros tres presuntos etarras que estaban en la reserva. La detención se produjo a última hora de la noche del viernes, cuando los cuatro acababan de cargar cajas de documentos y dos ordenadores completos en dos coches robados y se disponían a abandonar la vivienda en la que estaban escondidos. El ministro del Interior, Ángel Acebes, calificó la operación de "golpe muy importante y muy duro" al "núcleo esencial" de ETA.
Los supuestos terroristas estaban escondidos en una vivienda situada en el número 14 de la calle Pern de Saintes, en el oeste de Francia (departamento de Charente-Maritime). La casa, que había sido localizada hace unos tres meses por los investigadores de la Comisaría General de Información española, había sido alquilada por Thierry Iriart, uno de los cuatro detenidos, y una mujer también francesa que no ha sido localizada, según informaron fuentes de la investigación. Desde entonces, había sido ocupada por periodos breves.
Los ahora detenidos ocuparon la casa hace unos días. La policía judicial francesa, que ya estaba apostada en las inmediaciones, montó un dispositivo de control y vigilancia para intentar identificar a los moradores de la vivienda. Desde el principio sospecharon que entre los inquilinos estaba Ainhoa García. Pero el chasco de diciembre pasado, cuando se facilitó erróneamente su identidad (en lugar de la de Bertzane Obanos) como la de la mujer detenida junto a Ibon Fernández Iradi, Susper, mantuvo amagados a los investigadores. Además, la mujer había cambiado su aspecto físico: se había teñido de rubio, renovado el corte de pelo y, en contra de su costumbre, ahora solía ir maquillada, según las fuentes citadas.
La operación se precipitó al observar los agentes que los terroristas iban a mudarse. Para ello habían robado dos coches tipo monovolumen, en los que cargaron varias mochilas y cajas, que más tarde se comprobó que contenían dos ordenadores completos y abundante documentación, según informaron fuentes del Ministerio del Interior español. Nada más arrancar los coches, pasadas las nueve de la noche del viernes, fueron interceptados y detenidos sus cuatro ocupantes sin que opusieran resistencia. La mudanza comenzó horas después de que fuera detenido en Irún (Guipúzcoa) Oier Imaz Alias.
Tres iban armados
Los agentes comprobaron entonces que los cuatro portaban documentos de identidad falsos y que las tres personas que tienen nacionalidad española iban armadas con pistolas semiautomáticas. El primero de los detenidos en ser identificado fue el ciudadano francés Thierry Iriart. Éste había abandonado su domicilio en octubre tras la entrada y registro en la empresa Olabe Distribución, de Hendaya (que hoy sigue abierta y con su actividad comercial habitual), de la que el ahora detenido era contable, ante la sospecha de que podría tratarse de una tapadera de las finanzas de ETA.
Luego fueron identificados la ya citada García Montero, compañera sentimental de Susper y cojefa con éste de las células terroristas; Asier Aranguren Urroz, quien fuera colaborador del comando Urbasa, grupo que desarticuló la Guardia Civil en febrero de 2002 y al que se le adjudica, al menos, un asesinato en Navarra, y Aitor García Justo, un joven fogueado en el terrorismo urbano y que huyó a Francia antes de que fuera juzgado, en noviembre del año pasado, por su supuesta implicación en una veintena de actos de terrorismo callejero. Los tres hombres supuestamente estaban encuadrados en los grupos de reserva de la banda armada.
El ministro del Interior, Ángel Acebes, calificó la operación de "muy importante", al haber afectado al "núcleo esencial" de ETA. "Es un golpe muy importante y muy duro". Por su lado, José Blanco, secretario de Organización del PSOE, agradeció el apoyo a Francia antes de decir: "No hizo falta apoyar una guerra para tener el compromiso activo de un país como Francia en la lucha contra el terrorismo y contra la banda ETA"
Las detenciones se han producido en un momento en el que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encuentran en "alerta máxima" ante el temor de un atentado durante la campaña electoral, especialmente tras la ilegalización de Batasuna y de 225 listas de agrupaciones independientes herederas de la anterior. Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas indicaron que este golpe debilita "aún más" a la banda terrorista y deja "paralizados, de momento", a los terroristas que dependen de García Montero. ETA ha visto cómo en lo que va de año han sido detenidos en España 53 miembros o colaboradores de la banda, otros 17 (sumados los de ayer) en Francia y dos más en México y Alemania. Por contra, éste es el año en el que los terroristas han cometido menos atentados, dos, uno frustrado y otro que costó la vida el 8 de febrero en Andoain al sargento de la Policía Local Joseba Pagazaurtundua.
Laia, una vida paralela a Susper
La vida de Laia, apodo con el que dentro de ETA se conoce a Ainhoa García Montero, ha corrido en paralelo a la de Ibon Fernández Iradi, Susper. Fue éste quien le facilitó la entrada en la banda en mayo de 2000. Primero se dedicó a elaborar informaciones sobre posibles víctimas para el comando Buruntza (mandado por Susper), que en 2001 se convirtió en una de las piezas principales de la campaña etarra, ya que perpetró una veintena de atentados, en los que fueron asesinadas siete personas, entre julio de 2000 y agosto de 2001, cuando fue parcialmente desarticulado.
García Montero (Hernani, 16 de enero de 1975) supuestamente estuvo implicada en los asesinatos por la espalda de los ertzainas Ana Isabel Arostegi y Javier Mijangos, el 23 de noviembre de 2001. También participó supuestamente en la colocación del coche bomba que mató al empresario José María Korta (el 8 de agosto de 2000) y robó el vehículo en el que huyeron quienes asesinaron (el 24 de mayo de 2001) al director financiero de El Diario Vasco, Santiago Oleaga.
Laia, también apodada Marimán, está procesada por haber suministrado información a los asesinos del mando de la Ertzaintza Mikel Uribe (14 de julio de 2001) y se la relaciona con el intento de asesinato de dirigentes del PP en el cementerio de Zarautz (Guipúzcoa) en enero de 2001 cuando realizaban una ofrenda floral ante la tumba del concejal José Ignacio Iruretagoyena, asesinado en 1998. Se la implica además en el envío de paquetes bomba al decano del Colegio de Abogados de Guipúzcoa, José María Muguruza, y al periodista Gorka Landaburu.
Las sucesivas caídas de las jefaturas de los comandos alzaron a ese puesto a Susper, quien convirtió en su brazo derecho a Laia, su compañera sentimental. Los servicios antiterroristas calculan que la mujer había asumido el mando, con ascendente sobre su novio, fichado en Francia, lo que le dificulta sus movimientos y acudir a citas.
Asier Aranguren Urroz (Pamplona, 9 de marzo de 1973) era buscado por su presunta relación con el comando Ekaitza, desarticulado en febrero de 2002, y al que se le atribuyen los asesinatos frutrados de un edil de UPN en Leitza y contra otro socialista en Berriozar, ambos en Navarra. Aitor García Justo (Hernani, 5 de septiembre de 1974) supuestamente participó desde que se integró en Jarrai en una veintena de ataques con cócteles molotov contra sedes de partidos, autobuses, oficinas de correos e incluso la sede del sindicato ERNE. También hizo informaciones sobre posibles objetivos.
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