La cárcel como negocio
JOAQUÍN PRIETO | París
La última prisión inaugurada en Francia permitió sacar a 300 presos de un vetusto edificio del centro de Aviñón, que data de 1865, y trasladarlos a una cárcel moderna construida en un suburbio. Los responsables de Justicia lo vendieron como el paso del siglo XIX al XXI y han llegado a la conclusión de que necesitan 18 cárceles más. Pero las nuevas prisiones serán construidas y explotadas por empresas privadas.