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Francia bloquea el acuerdo de extradición entre la UE y EE UU

España propuso la cooperación en 2002

Carlos Yárnoz

Francia tiene todavía importantes objeciones al acuerdo sobre extradiciones entre Europa y EE UU y, en contra de lo deseado por Washington y la mayoría de Estados de la UE, el texto no obtendrá la luz verde definitiva en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior que se celebrará mañana en Bruselas. París sostiene que el acuerdo, propuesto por España en 2002 al rebufo de los ataques del 11 de septiembre, no puede ser firmado sólo entre la Unión y Washington, sino también por cada uno de los Estados de la Unión para que los Parlamentos nacionales lo examinen.

El texto que será propuesto mañana a los ministros europeos señala que "las partes contratantes" son "la Unión Europea y los Estados Unidos de América" y prevé la extradición de las personas que hayan cometido cualquier tipo de delito que sea castigado en ambas orillas del Atlántico con más de un año de privación de libertad. El nuevo acuerdo sustituirá en ese terreno a los acuerdos bilaterales que ya tienen suscritos EE UU y la mayoría de países europeos.

Uno de los puntos más sensibles en la negociación ha sido la existencia de la pena de muerte en EE UU. Por eso, el artículo 13 del texto indica que "el Estado requerido podrá conceder la extradición con la condición de que no se aplique la pena de muerte a la persona en cuestión o, si por motivos de procedimiento el Estado requirente no puede cumplir dicha condición, con la condición de que, de imponerse la pena de muerte, la misma no se ejecutará". "Si el Estado requirente no acepta las condiciones", agrega ese artículo, "se podrá denegar la solicitud".

Tribunales de excepción

Aunque fue ése en su día el punto más polémico a la hora de redactar el acuerdo, Francia entendió que también había otros aspectos delicados que dificultaban su visto bueno. Uno de ellos consiste en que el texto debiera ser aprobado también por la Asamblea Nacional y el Senado, pero fuentes oficiales francesas destacan también la prevención de París ante la existencia en EE UU de tribunales de excepción, incluidos los militares, que fueron activados especialmente tras el 11-S.

Ante ese tipo de prevenciones, el Gobierno francés solicitó la opinión de sus dos cámaras legislativas y del Consejo de Estado. Tanto la Asamblea Nacional como el Senado francés ya han emitido su opinión contraria a que sea la UE como tal la que pueda firmar el acuerdo directamente con EE UU y exigen que el texto pase también por el control de ambas cámaras. Exigen además que EE UU aporte garantías sobre los derechos de los extraditados en el caso de que puedan llegar a ser juzgados por sus tribunales especiales.

Para hoy, se espera la decisión al respecto del Consejo de Estado que, probablemente, según opinan las fuentes francesas consultadas, se decantará por una posición similar a la de ambas cámaras. Por tanto, las fuentes francesas consideran que será imposible cerrar el acuerdo mañana y, en el mejor de los casos, la luz verde del Consejo quedará postergada al menos hasta el mes que viene. El acuerdo será aplicable a los países que se integren en la Unión después de que entre en vigor. Para EE UU, se trata de un acuerdo clave en la lucha contra el terrorismo.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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