Jiménez ayudará a los afectados por la sentencia que paraliza 28 nuevos barrios
La candidata socialista a la alcaldía de Madrid, Trinidad Jiménez, quiso tranquilizar ayer a los cooperativistas afectados por la paralización judicial de 28 desarrollos del Plan General de Madrid de 1997. Jiménez prometió ayer "el mayor esfuerzo" para garantizar los derechos a todos los ciudadanos afectados por una sentencia del pasado 27 de febrero del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Los jueces paralizaron, tras una denuncia del PSOE, estos desarrollos porque el suelo estaba calificado como "rústico no edificable" en el plan general de 1985 y, por lo tanto, sobre él no se podían levantar viviendas, aunque el Ayuntamiento firmó permisos de construcción y concedió derechos urbanísticos. "Nosotros ofrecemos seguridad, tranquilidad y certidumbre a todas las empresas y personas que hayan adquirido algún tipo de derecho y que hayan comenzado a construir su vivienda", afirmó la candidata socialista.
La sentencia podría afectar a unas 100.000 casas sobre plano y, en concreto, a los desarrollos de los terrenos situados en torno a la nueva Ciudad Deportiva del Real Madrid, y sobre la que, según Jiménez, se va "a hacer el máximo esfuerzo para garantizar que las obras con licencia puedan seguir adelante".
Jiménez respondía así a una de las preocupaciones que le transmitió Orencio Osuna, presidente de AGECOVI, una asociación nacional de empresas gestoras de cooperativas y comunidades de viviendas. Jiménez se comprometió a aumentar el porcentaje de suelo público disponible en Madrid para la construcción de viviendas asequibles.
"Madrid precisa un giro muy serio en lo que se refiere a política de vivienda porque hoy [por ayer] esta ciudad ostenta el desgraciado récord de tener la menor oferta de vivienda social de toda España, a la vez que la tasa de accesibilidad más alta respecto al precio medio", señaló Osuna. Según la candidata, esta situación, que excluye a las rentas bajas, "no es fruto de una dinámica del mercado ni de las fuerzas espontáneas de la naturaleza", sino de "una mala política" en materia de urbanismo, de vivienda y de suelo, consideró Osuna.
En la actualidad, apuntó Félix Arias, arquitecto y especialista en Urbanismo que acompaña en la lista electoral a Jiménez, cada año se forman en Madrid 25.000 hogares, 15.000 de los cuales precisan alguna ayuda para poder acceder a una casa. Si se atuvieran a los precios de mercado, y teniendo en cuenta los salarios medios de los madrileños, sobre todo de los jóvenes, el 60% de sus ingresos debería ser destinado a pagar una vivienda, una "locura", indicó Arias, que "lo único que quiere decir es que hay un gran número de gente que se queda fuera del mercado".
Arraigo
A este respecto, Jiménez añadió que, como candidata, su "objetivo es que los jóvenes madrileños se queden en su ciudad y la disfruten", no sólo porque "son los encargados de dotar de vida a este espacio urbano que es Madrid", sino por razones de desarraigo, despoblación y "pérdida de vitalidad" que la aspirante a alcaldesa no está dispuesta a consentir.
Así, dijo, "esto tiene que arreglarse", lo que, según el planteamiento de Jiménez, supone acabar con los retrasos a la hora de conceder licencias: "Hay una burocracia injustificada y lenta y una falta de agilidad que encarece el precio final de la vivienda. Además hay que comprometer "una mayor disponibilidad de suelo público que hoy racanean las autoridades municipales".
Por otro lado, reiteró su compromiso de facilitar el acceso a una vivienda digna a 60.000 familias, ya sea mediante la rehabilitación -al menos 35.000 casas del centro destinadas a los jóvenes-, en régimen de alquiler o mediante un mayor número de viviendas sociales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.