Trias: "Barcelona no debe hacer de contrapoder"
El 'alcaldable' de CiU promete que se dedicará plenamente al Ayuntamiento aunque pierda
Xavier Trias, de 57 años y candidato de Convergència i Unió (CiU) a la alcaldía de Barcelona, sostiene que la ciudad no debe actuar como un contrapoder de la Generalitat, como lo han hecho, a su juicio, los sucesivos alcaldes socialistas, sino que tiene que ejercer su liderazgo como capital de Cataluña. El alcaldable nacionalista se aleja de cualquier visión catastrofista de la ciudad pero, al tiempo, reclama una política municipal que incida en los aspectos sociales para conseguir que Barcelona sea un referente "social potente".
Mide tanto sus palabras que cuesta oír de Trias un posicionamiento abiertamente contrario al del que será su principal contricante en las elecciones del 25 de mayo, el socialista Joan Clos. No obstante, acusa al alcalde de carecer de un liderazgo que Trias considera fundamental para que Barcelona explote todas sus potencialidades y se erija en la principal ciudad del Mediterráneo. Esa carencia es, en opinión del candidato convergente, el talón de Aquiles para que Clos se imponga ante el propio Gobierno catalán. "Los pactos deben hacerse desde la convicción, porque desde la debilidad acaban por romperse", afirmó ayer Trias, en referencia a los consorcios que el Ayuntamiento y la Generalitat, según prevé la Carta Municipal, deben crear para gestionar diversos servicios ciudadanos.
"No acabo de ver la política de progreso en Barcelona por ninguna parte"
"Al dinamismo económico de la ciudad le hace falta más justicia social"
Desde la tranquilidad que proporcionan más de 20 años de actividad política -Trias se ha curtido en los departamentos de Sanidad y de Presidencia y como presidente del Grupo de CiU en el Congreso- afronta el reto de la alcaldía con el convencimiento de que tarde o temprano acabará siendo alcalde de Barcelona. "CiU siempre ha optado por la apuesta más potente. Pero la diferencia de los candidatos que me han precedido es que todos querían ganar y, si no lo lograban, no estaban dispuestos a quedarse. A mí tendrán que echarme a patadas. Si me presento es para quedarme 12 años y estoy seguro que acabaré mi carrera como alcalde de Barcelona", dijo. Trias admitió que la situación económica de Barcelona es buena pero insistió en que debe mejorar su política social.Llegada del AVE, ampliación del aeropuerto, del puerto y de las líneas 2 y 5 del metro; construcción de la línea 9, del metro ligero y del "controvertido" tranvía; expansión de la Fira; inversiones en centros universitarios, en los hospitales de Sant Pau y el Militar y, por último, el Fòrum 2004. "Todos estos proyectos se harán realidad en 5 años. ¿Todavía hay gente que afirma que esta ciudad pierde gas?", se preguntó ayer Xavier Trias en el Aula de El PAÍS. Para el candidato convergente, esta batería de inversiones evidencia el gran dinamismo económico de Barcelona, pero esta bonanza contrasta, según el candidato, con importanes carencias en "justicia social". Ése será uno de los ejes de su campaña -el lema es Un alcalde catalanista y de progreso para Barcelona-, con la que pretende desbordar por la izquierda al actual equipo de gobierno de socialistas, Iniciativa y Esquerra Republicana. Primar las políticas sociales: primero, que "los jóvenes se puedan emancipar, y para ello han de poder trabajar en buenas condiciones y tener acceso a la vivienda". Segundo, "ampliar y facilitar los servicios y equipamientos a la tercera edad". Y tercero "integrar a los inmigrantes en nuestra sociedad y evitar las mafias y los guetos". Para Trias, la fuerte inmigración que recibe Barcelona "es el resultado de un éxito, el del desarrollo económico de la ciudad", por eso cree que deber referirse a ella en "positivo", aunque considera que su integración es uno de los principales retos.
Pese a permanecer 12 años como consejero del Gobierno catalán, el candidatao rehúye cualquier responsabilidad en la falta de inversión en servicios sociales y vivienda que los diferentes gobiernos municipales achacan a la Generalitat. "Yo, si soy alcalde, me pelearé con quien haga falta para conseguir lo mejor para Barcelona", sostiene. ¿Y si fuera el propio Pujol? "También", zanjó.
Trias se considera a sí mismo un valor de futuro. Consciente de que el barcelonés se muestra satisfecho de su ciudad y de la calidad de vida que tiene - "éxitos que se atribuyen de manera natural al alcalde", afirmó- asume sin ningún rubor las dificultades para alcanzar la alcaldía el próximo 25 de mayo. "Si el PSC baja pero CiU no sube, no estaré contento. Nuestra candidatura genera simpatía pero lo que nos hace falta es que nos voten".
Trias tiene claro que a un año vista de la celebración del Fòrum la única posición que se debe mantener desde las distintas administraciones es la de apoyo: "Ahora lo que tenemos que hacer es que el Fòrum funcione y que sea un éxito en todo el mundo", afirma. Pero, a renglón seguido, puntualiza que un evento de esas características -que entre otras cosas cuenta con una financiación de casi 8.500 millones de euros- no puede quedar reducido a una gran fiesta.
Para el candidato de CiU, el origen del Fòrum es una operación urbanística y no pone en duda el éxito de algunas de las piezas singulares del entramado arquitectónico, empezando por el propio edificio Fòrum. Pero, ante la falta de concreción de los contenidos del evento y de lo que quedará depués del 2004, Trias advierte de que "existe el peligro que todo quede en un simple decorado, una vez más". Como decorado fue en su opinión la operación de crear el poblado de Can Tunis, que obtuvo incluso un premio FAD de arquitectura, y hoy es "una vergüenza intolerable, lo contrario de lo que yo sueño para Barcelona". Una Barcelona que no ha tenido, según Trias, un gobierno verdaderamente de progreso, pese a estar gobernada por la izquierda. "No acabo de ver la política de progreso en ninguna parte. Y el planeamiento urbano de Diagonal Mar, es un ejemplo de lo que no es una política de progreso", dijo. El candidato de CiU defendió una mayor participación previa de los agentes sociales en los proyectos y la elección directa de los consejeros de los distritos, además de una elaboración participativa de sus presupuestos".
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