El Depor recupera su aire demoledor
Los coruñeses se deshicieron del Recreativo en 11 minutos con tres goles de Makaay
Un viejo relámpago retornó anoche a Riazor. Aquel fogonazo que llegaba sin avisar y en un segundo fulminaba a los rivales se echaba de menos últimamente, pero regresó en el momento justo, cuando el Deportivo debía recuperar su credibilidad de aspirante al título, en entredicho tras la lastimosa derrota en Mallorca. La tormenta se prolongó durante 11 minutos de la primera parte, en los que toda la furia del cielo pareció abatirse sobre el área del Recreativo. Cuatro goles le cayeron en un suspiro al animoso Recre, que había empezado el choque con cierto empaque y mucha decencia futbolística. Pero el viejo relámpago de Riazor volvió con su espíritu implacable.
Que el Recre es un equipo pequeño se comprobó en sus dificultades para sacar algo de provecho al merodear el área rival. Pero su apuesta ofensiva metió en ciertos problemas al Depor, que actuó según lo previsible. Con la pelota, enfatizó la diferencia enorme que le separa del Recreativo. Sin ella, vivió algunos momentos de confusión. Pero el andamiaje de Lucas Alcaraz acabó rompiéndose por la base. La defensa cometió un despiste, dejó solo a Valerón tras el saque de una falta botada por Víctor y El Flaco logró lo nunca visto: marcar de cabeza. El gol derrumbó psicológicamente al Recre y desató la voracidad del Depor, al que desde el principio se le veía con ganas de dejar el asunto resuelto cuanto antes. Fue entonces cuando reapareció el aire demoledor del equipo, que sacó de repente todo su repertorio de golpes, variado y contundente.
DEPORTIVO 5 - RECREATIVO 0
Deportivo: Juanmi (Dani Mallo, m. 69); Manuel Pablo, César (Héctor, m. 55), Naybet, Romero; Sergio, Mauro Silva; Víctor, Valerón, Fran (Amavisca, m. 65); y Makaay.
Recreativo: Luque; Espínola, Iker Begoña, Loren, Pernía; Javi García (José Mari, m. 46), Camacho, Viqueira (Cubillo, m. 46), Benítez; Arpón y Molina (Quique Romero, m. 66).
Goles: 1-0. M. 25. Saque de falta de Víctor y cabezazo de Valerón. 2-0. M. 26. Gran jugada de Romero, que deja a Valerón y el centro de éste lo remacha Víctor. 3-0. M. 31. Penalti que marca Makaay. 4-0. M. 36. Gran centro de Romero que Makaay remata de volea. 5-0. M. 59. Makaay desde fuera del área.
Árbitro: Daudén Ibáñez. Amonestó a Mauro Silva y a Pernía.
Unos 28.000 espectadores en Riazor.
El Recre no tardó un minuto en encajar el segundo, después de que Valerón y Víctor intercambiasen sus papeles: el primero, más en su función, dio el pase para que el segundo batiera a Luque. El mérito de la jugada, sin embargo, correspondió a Romero, que peleó en la banda por un balón que no prometía nada, se zafó de tres contrarios y se metió en el área despejando el camino para el gol. Caso curioso el de Romero, que empezó la noche oyendo silbidos y acabó coronado como un de los reyes del partido. Año tras año, Romero desafía la sospecha pública sin perder nunca su puesto en el equipo. No es un virtuoso, desde luego, pero su constancia está fuera de toda duda. Y de vez en cuando sorprende con partidos como el de anoche, en el que también se dejó ver en el cuarto gol con un soberbio pase desde la izquierda que Makaay convirtió con una volea tan meritoria como la asistencia que había recibido.
Con el partido resuelto a la media hora, todo lo demás fue un espectáculo a mayor gloria de Makaay, a cuyos propósitos personales trató de contribuir todo el equipo. Logró tres goles, uno de ellos de penalti, y va camino de alcanzar estadísticas astronómicas, que no se repiten en la Liga desde los años gloriosos de Bebeto, Romario y Ronaldo. La fiesta pudo ser más sonada aún para el holandés, que en la segunda parte pareció con el pie cansado de tanto pegar. Al público no le importó y hasta pidió con cánticos al presidente que le suba el sueldo para que no abandone el club.
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