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EL DÍA DE LOS TRABAJADORES

Los sindicatos alemanes abuchean a Schröder por los recortes sociales

En Francia, la movilización fue en defensa de las pensiones y contra el paro

Los sindicatos alemanes expresaron ayer en varios mítines, con ocasión del Primero de Mayo, su rechazo a los planes de recortes sociales del Gobierno de coalición rojiverde de los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes. Unos 7.000 trabajadores abuchearon, sin cesar durante un cuarto de hora, el discurso del canciller Gerhard Schröder (SPD). En Francia, mientras tanto, unas 350.000 personas participaron en 300 actos en defensa de las pensiones y contra el paro.

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En Berlín y otros muchos lugares de Alemania se realizaron manifestaciones y actos de todo tipo y tendencia: desde los tradicionales de los sindicatos a los de neonazis del Partido Nacional Democrático (NPD) y de los grupos autónomos de tendencia anarcoide. En la capital alemana había ayer convocadas 65 manifestaciones y se habían movilizado 7.500 policías para prevenir unos incidentes que comenzaron en la madrugada del 1 de mayo.

Schröder atraviesa una difícil situación y ayer pudo palpar de cerca el rechazo a sus planes de recortes sociales en contacto directo con los sindicalistas, que no parecen dispuestos a tragarse la purga que les ha preparado el Gobierno. Ante el ruidoso recibimiento que le dispensaron los sindicalistas en el acto central de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) en Neu-Anspach, Schröder trató en un principio llevar su discurso hacia la política de paz de su gobierno en la guerra de Irak. No le sirvió de nada y los pitidos con silbatos continuaron. El canciller se dirigió a los allí congregados y les lanzó: "No sabía que los pitidos formaban parte de los argumentos de los sindicatos. Cuando en una controversia se utilizan los pitidos está claro que quien recurre a ellos tiene los carrillos llenos de aire pero nada en la cabeza".

Schröder defendió su programa Agenda 2010 que comprende recortes sociales en las prestaciones por desempleo y en caso de enfermedad, facilita el despido y trata de retrasar hasta los 67 años la edad de jubilación. Argumentó el canciller en contra de la exigencia de los sindicatos de crear empleo a base de inversión pública y afirmó que su responsabilidad respecto a las generaciones futuras le impide recurrir al endeudamiento para aumentar la inversión e impulsar una coyuntura económica que desfallece en Alemania. Las previsiones de crecimiento más optimistas para este año cifran en un 0,5% el crecimiento del producto interior bruto (PIB).

Cuando tomó la palabra el presidente de la DGB, Michael Sommer, preguntó al canciller si los recortes sociales, facilitar el despido y demás, sirven para crear un solo puesto de trabajo. Sommer insistió en la necesidad de repartir las cargas de la reestructuración entre todos y se opuso a que recaigan sobre los más débiles, mientras los empresarios y los ricos salen beneficiados.

Por otra parte, en Francia, unas 350.000 personas, según los sindicatos, participaron en los casi 300 actos celebrados en el país, que se centraron en la defensa de las pensiones frente a los planes de reforma del Gobierno, y la inquietud por la subida del paro, en un ensayo general de la jornada unitaria de manifestaciones y huelgas convocada por los sindicatos para el próximo día 13.

Imagen de la manifestación por el Primero de Mayo celebrada ayer en Hamburgo.
Imagen de la manifestación por el Primero de Mayo celebrada ayer en Hamburgo.AFP

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