El patrón sin rostro del 'calcio'
Capitalia, un banco romano, controla ya a cuatro clubes italianos, asfixiados por las deudas
No hay hombre de negocios importante en Italia que no esté ligado a un club de fútbol. Son casi como condottieri de ejércitos dedicados a la venial tarea de marcar goles. Cualquier ciudadano sabe que la poderosa familia Agnelli, de Turín, es dueña del Juventus, que el primer ministro y magnate de la televisión privada, Silvio Berlusconi, es el patrón del Milan, y que el riquísimo empresario del sector petrolero Massimo Moratti es quien firma los cheques de jugadores y técnicos del Inter. Pero una crisis como la que ha vivido el calcio en los últimos años -un período en el que ha acumulado deudas globales de mil millones de euros-, no podía saldarse sin cambios en la propiedad de los clubes. Hasta tal punto que, según el diario milanés Il Corriere della Sera, cuatro de los 18 equipos de la Primera División italiana -Lazio, Perugia, Roma y Parma- dependen ya parcial o enteramente de un patrón sin rostro: Capitalia, el mayor banco romano.
La ex Banca de Roma, uno de los colosos del crédito italiano (figura entre los principales acreedores del Grupo Fiat), se ha ido introduciendo en el sector futbolístico a golpe de préstamo. Así ocurrió con el Lazio, cuyo presidente, Sergio Cragnotti, tuvo que echarse en brazos de los bancos cuando su empresa, Cirio, empezó a hacer agua amenazando la posición del club. La única solución para evitar un nuevo caso Fiorentina (el desaparecido equipo arrastrado a la hecatombe por su propietario, Vittorio Cecchi Gori) fue aferrarse a los préstamos bancarios. De todos los acreedores de la segunda escuadra de Roma, Capitalia es el principal. Y si a esto se añade que el banco romano es, además, accionista del club celeste, con un 5,7%, se comprende que en el Lazio no se mueva un dedo sin que lo apruebe Cesare Geronzi, presidente de la entidad.
Algo menos dramática es la situación del Perugia, famoso, entre otras cosas, por su poco convencional presidente, Luciano Gaucci. En este caso, el problema no son las cuentas de la escuadra, sino las del propio Gaucci, endeudado hasta las cejas precisamente con el instituto que preside Geronzi. Gaucci, el hombre que despidió de forma fulminante al jugador coreano Ahn Jung-Hwan por el grave pecado de haber eliminado a Italia con un mortífero gol de oro en el Mundial de Corea y Japón, ha tenido que depositar como garantía de los préstamos que le atan a Capitalia, ni más ni menos que el 99,7% del capital del Perugia, según consta en el balance de cuentas 2002 de la entidad. Una posición que permite al banco votar en la junta de socios.
Pero no son sólo estos dos equipos los que se ven obligados a escuchar con extrema atención las opiniones de Cesare Geronzi. Otros dos grandes del calcio, el Roma y el Parma, están ligados también a Capitalia. El primero, por los ingentes préstamos que ha recibido su dueño y presidente, Franco Sensi, para abrirse camino en su faceta de hombre de negocios en el comercio del petróleo y en el sector inmobiliario. El banco romano figura, además, entre los patrocinadores del club. Una situación más compleja es la que liga al instituto presidido por Geronzi con el Parma, el club propiedad del la multinacional de la leche Parmalat. El dueño del grupo, Calisto Tanzi, prepara una reorganización interna que incluye un cambio -siquiera nominal- en la propiedad del club. "La luz verde a la reestructuración", señala Il Corriere, "está subordinada al consenso de un grupo de bancos que han financiado en el pasado la expansión de Tanzi en el sector turístico". En primera fila, entre los institutos que tendrán que dar el visto bueno a una operación de 300 millones de euros, está, nuevamente, Capitalia, que así se asegura el control del Parma.
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