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La oposición critica a Palacio por presentar las tesis del PP ante la Convención Europea

PSOE y CiU, básicamente de acuerdo con la visión del Gobierno sobre el futuro de la UE

Ayer podía haber sido el día del inicio de la reconstrucción del consenso sobre política exterior, "en particular la europea", según afirmó el portavoz del PSOE, Rafael Estrella. Pero el debate celebrado en la Comisión Mixta Congreso-Senado para Europa embarrancó en buena medida porque muchas de las posiciones que defiende el Gobierno sobre el futuro de la UE están contenidas en un documento aprobado por el PP que la propia ministra de Exteriores, Ana Palacio, presentó el pasado 23 de abril ante la Convención Europea que se ocupa del tema.

"El documento es el mismo que presentó el señor Aznar hace unas tres semanas en un acto de partido y se ha presentado como un documento del representante del Gobierno en la Convención", afirmó Estrella. "¿Han utilizado ustedes los servicios de la Administración para elaborar un documento del PP, lo cual raya en el delito, o han prescindido ustedes de los servicios de la Administración a la hora de elaborar la posición del Gobierno, lo cual me parece irresponsable?", preguntó a continuación.

Ignasi Guardans, por CiU, destacó que el Gobierno planea someter a referéndum el proyecto de reforma de la UE que salga de la Convención, y advirtió: "Como lleguemos a la aprobación del texto de la Convención donde se confunda qué es el Gobierno y qué es el Partido Popular (...) y que lo que se presenta con el sello del Ministerio de Exteriores es la posición del Grupo Parlamentario Popular -algo muy legítimo-, si no tienen ustedes mucho cuidado, harán un referéndum del Partido Popular".

Para el dirigente nacionalista catalán, este incidente demuestra la resistencia a la búsqueda del consenso en "otros ámbitos de la dirección del Gobierno" distintos de Exteriores que "siguen entendiendo la política exterior como política de trinchera, de confrontación, de buenos y malos, de listos y tontos, de europeos y pro chinos".

Palacio se defendió con el contundente argumento de que, en la Convención, no representa al Gobierno. "En la Convención Europea se está como miembro de la Convención", dijo. "Ésa es la esencia de la Convención Europea y la gran diferencia con otros foros, como puede ser la Conferencia Intergubernamental, donde un ministro de Exteriores representa a su Gobierno. En la Convención, cada convencional está a título particular".

La ministra concluyó que lo que hizo el 23 de abril fue algo "absolutamente usual, corriente y natural, y no hay que buscarle tres pies al gato". "Yo he presentado en la Convención el documento de reflexión del Partido Popular, por un lado, y también he presentado documentos de reflexión del Gobierno de España, del que yo formo parte", añadió.

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No convenció a sus oponentes. "Nos dice que está en la Convención a título personal, pero usted es designada por el Gobierno de España, representante del Gobierno de España. Si lo que nos está diciendo es que lo que se ha registrado el día 23 en la Convención es un documento individual, no del Gobierno, entonces pasa a ser un documento irrelevante. Si nos está diciendo que el documento sobre política exterior y de seguridad común, que entiendo que va usted a registrar en la Convención, es una aportación individual, pues no sé para qué nos ha convocado aquí, sencillamente", replicó Estrella.

Dijo luego Guardans: "Es brutal que usted pueda decir aquí y pueda poner por escrito que los documentos que presenta en la Convención no son documentos del Gobierno español, no son la posición de su presidente del Gobierno. Me parece terrible la confusión entre su cargo, su responsabilidad, la factoría de ideas del Grupo Popular y, además -se lo digo ya en términos de preocupación política mucho más grave- esto nos desvincula a todos de esto". Pese al tono agrio de este debate de procedimiento, ni el PSOE ni CiU ni CC, que también intervino, pusieron serios reparos al diseño europeo expuesto por Palacio.

Estrella, que asumió sin problemas la idea de un presidente estable del Consejo, de una Comisión restringida y de un ministro de Exteriores comunitario, criticó que el documento del PP "santifique" el equilibrio presupuestario al 3% del déficit, sobre todo cuando el presidente del Gobierno prevé que, a partir de 2006, España deje de percibir fondos regionales.

Guardans expresó el temor de que la inclinación intergubernamental de Aznar vaya en detrimento de la Comisión Europea, señaló el riesgo de que un presidente estable del Consejo quede sin controles y afirmó que la política exterior y de defensa española en Europa tiene "un gravísimo problema de credibilidad", debido a las decisiones que el Gobierno ha tomado en torno a la crisis de Irak durante este año.

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