El eje francoalemán apoya una eurozona de defensa sin contar con Londres

La minicumbre europea de defensa convocada hoy en Bruselas amenaza con provocar más tensiones en una UE ya dividida por la invasión de Irak. El presidente francés, Jacques Chirac; el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el primer ministro belga, Guy Verhofstadt, los líderes que más se opusieron a la guerra, se reunirán hoy para impulsar la creación de una "eurozona de la defensa", un proyecto al que podrían sumarse en el futuro otros países.

La cita ha sido promovida por el liberal belga Verhofstadt, en plena campaña para las elecciones generales del 18 de mayo. En el orden del día figuran, además de la eurozona de defensa que incluiría una cláusula de asistencia mutua, la creación de una Agencia Europea de Armamento, el compromiso de dedicar un porcentaje mínimo del PIB a defensa, el papel de la Europa de la defensa en la OTAN y la formación de un hipotético cuartel general de la UE en Bélgica con un Estado Mayor Operativo.

La idea de la eurozona de defensa ya fue planteada por Alemania y Francia en noviembre, pero el proyecto no será creíble, como coinciden todos los observadores, sin la participación de Londres. La relación con la OTAN o la creación del citado cuartel general provocan mayores reticencias en Londres, Roma, Madrid y Washington. En estas cuatro capitales se mantiene la tesis de que no debe tomarse iniciativa alguna que debilite a la Alianza Atlántica.

Ayer, el presidente de la Comisión, Romano Prodi, que apoya la convocatoria, y el Alto Representante para la Política Exterior, Javier Solana, destacaron que le corresponde a la UE reforzar el brazo europeo en la OTAN, y no una alternativa europea a la Alianza. "La reunión no está planteada contra la OTAN o contra los estadounidenses", ha dicho Verhofstadt al diario Le Soir. Pero a la vez ha lanzado esta andanada: "No beneficia a la OTAN mantenerse como un grupo en el que hay una superpotencia y 18 enanos más pequeños o más grandes cazando detrás".

La creación de la Agencia de Armamento y la necesidad de aumentar los gastos nacionales en defensa cuentan con un apoyo mayoritario, sobre todo de las empresas europeas de armas, incluidas las británicas. El incremento de gastos, según mantiene el Consejo de la UE, es básico para lograr que Europa disponga de capacidades militares adecuadas porque sólo con ellas será creíble una política exterior europea.

El año pasado, el presupuesto norteamericano de defensa fue de un total de 380.000 millones de dólares (3,3% del PIB) frente a 150.000 en toda la Unión Europea (sólo Reino Unido, Francia y Grecia dedican más del 2% del PIB). La diferencia es aún más abrumadora en capacidades militares: la europea sólo representa entre el 5% y el 10% de la norteamericana.