Gracias señor Bush
Deberíamos estar todos eternamente agradecidos al señor Bush, que se está desviviendo por salvar a la humanidad de las posibles y trágicas consecuencias de las armas de destrucción masiva. Lástima que haya ido a buscar en el lugar equivocado.
En cualquier caso, si su desesperada búsqueda sigue siendo infructuosa, yo podría ayudarle con alguna pista. No hay que ir tan lejos a buscar. Está por todas partes y es el arma de destrucción masiva más devastadora y letal. Ella sola ha causado y sigue causando muchos más muertos que todas las bombas y misiles juntos. Es el hambre.
Combatirla y erradicarla no debe ser tan difícil. Por el precio de un misil podrían salvarse cientos de vidas. Pero sus asesores tampoco deben de haberle hecho ningún comentario al respecto. Al fin y al cabo ¿cómo pueden importarle unos millones de víctimas, si mueren sobre una tierra que no flota en un lago de petróleo?
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