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Entrevista:ROSA MONTERO | Escritora

"La pasión amorosa es la locura socialmente permitida"

Aurora Intxausti

Locura, pasión y muerte se esconden en las páginas de La loca de la casa (Alfaguara), el último trabajo de Rosa Montero (Madrid, 1951), en el que se mezclan autobiografía, ensayo y ficción. La autora, firma habitual de las páginas de EL PAÍS y que ha publicado novelas-Amado amo, La hija del caníbal, El corazón del tártaro, entre otras-, cuentos y varios títulos de carácter periodístico, asegura que este libro es un recorrido por los entresijos de la fantasía, de la creación artística y de los recuerdos más secretos.

Pregunta. ¿Manipulamos los recuerdos para que nuestra vida sea más feliz?

Respuesta. No lo hacemos de forma consciente, completamos los recuerdos a veces para entender mejor la vida y en ocasiones para soportarla. Realmente, gracias a esa capacidad de imaginación la soportamos y hacemos una construcción de ella más o menos coherente. No podríamos vivir sin esa posibilidad de fantasía. Nuestra identidad, que se basa en nuestra biografía, es un producto de ficción que nos hemos hecho nosotros mismos. Lo que recordamos de nuestra infancia no se parece nada a la imagen que teníamos de las mismas cosas hace diez o veinte años. Este libro intenta hablar de la imaginación, no sólo del escritor, sino de la imaginación básica en el ser humano.

"La loca de la casa' es un libro de madurez, de conocimiento y emoción"

P. ¿El proceso de creación de La loca de la casa ha sido más laborioso que el de sus anteriores obras?

R. Empecé hace quince años a tomar notas para un ensayo literario, es una especie de vicio de todos los escritores. Cuando hace varios meses empecé a trabajar con ese material, toda la información comenzó a organizarse por sí sola en otra cosa distinta. Los libros son criaturas autónomas y todos los que he escrito han terminado siendo algo muy diferente a lo que pensaba inicialmente que iban a ser. Éste es, entre otras muchas cosas, un libro sobre la locura porque ésta es el límite de la imaginación. Y sobre la pasión amorosa, porque es la invención mayor de nuestra ideas inventadas. Además, es la locura socialmente permitida. Todos los seres humanos se permiten la locura a través de la pasión. La pasión es una manera segura de sacar la locura. Otro de sus temas es la muerte. Los escritores somos personas más obsesionadas por el paso del tiempo que la media habitual de la gente, somos personas más conscientes de la muerte, y eso a mí me permite ser más consciente del esplendor de la vida. En este libro hay una cierta celebración de esos chispazos de intensidad vital que nos hacen ser más grandes de lo que somos. Sorprendentemente, éste es un libro que he escrito en estado de gracia. Como una especie de embeleso, ha sido un baile armónico.

P. ¿Está más que satisfecha del resultado?

R. Este libro no lo hubiera podido escribir hace diez años, es un libro de madurez, es una especie de precipitado del conocimiento, de la emoción. La mayor aspiración en la vida es ser más sabios, y serlo no consiste en la acumulación de conocimientos eruditos, sino que es una maduración intelectual y emocional, aprender y comprender la realidad. Soy un poco más sabia de lo que era hace dos décadas. Este libro es un acercarte a la vida en todos sus sentidos. Tiene sentido del humor, es una vía de conocimiento de la realidad más justa y más precisa. Profundizar en algunos grandes temas te permite evitar la pompa idiotizante de la propia importancia.

P. Alude en su libro a escritores que se dejan comprar y señala a García Márquez, que se ha dejado regalar una casa por Fidel Castro en Siboney, en La Habana.

R. Los escritores tienen miles de tentaciones todo el rato. Siempre tienes que buscar ese lugar de equilibrio con el poder. La vida que vivimos depende de miles de decisiones pequeñísimas. Esas decisiones te alejan o te convierten en un momento determinado en un inquilino de la bodeguilla de Felipe González, cuando era presidente de Gobierno, o no; o vas a jugar al pádel con Aznar, o no. El aproximarte al poder tiene sus ventajas. El no hacerlo, también las tiene. Pero son ventajas de otro tipo.

La escritora Rosa Montero.
La escritora Rosa Montero.LUIS MAGÁN

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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