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Rollos de cine vasco recuperados

La Filmoteca Vasca ha rescatado para su custodia y conservación los negativos originales de 18 películas del cine vasco, entre ellas Ama Lur y El reino de Víctor. La recuperación ha sido posible tras un complejo proceso judicial derivado de la quiebra de las compañías barcelonesas Cinemaritaje Riera y Laboratorios Fotofilm SAE, donde los negativos habían quedado guardados después del revelado y tiraje de copias.

Los fondos recuperados hasta el momento por la Filmoteca Vasca incluyen películas tan "emblemáticas" del cine vasco como Ama Lur (1968), de Néstor Basterretxea y Fernando Larruquert, Namasté, chamo longmu (Agur Everest) (1981), de Larruquert y Juan Ignacio Lorente, y El Reino de Víctor (1988), de Juanma Bajo Ulloa. Se han rescatado también producciones del fallecido Rafael Trecu, como La marisma (1966) o Mar adentro (1986), y el largo del bilbaíno Ernesto del Río Hotel y domicilio (1995).

La entidad cinematográfica apunta que aún existe alrededor de una treintena de obras de producción vasca. Por ello, insta a los productores que trabajaron con Fotofilm SAE y Cinemaritaje a que le comuniquen sus depósitos, a fin de rescatar los negativos. "Forman parte del patrimonio cultural vasco", destaca el director de la filmoteca, Peio Aldazabal.

Será la continuación de una aventura que comenzó a finales de 1999, cuando Cinemaritaje y Fotofilm SAE quebraron. Entonces, y a petición de los trabajadores, un juzgado de lo social de Barcelona ordenó el embargo de los negativos de cerca de 5.000 películas (unos 50.000 rollos), depositados en ambas compañías por los productores. Los negativos fueron trasladados a un almacén, donde no existían medidas de conservación y seguridad adecuadas, explica Aldazabal.

La intervención judicial y la falta de garantías en el control de los negativos, algunos realizados hace medio siglo, provocó una gran preocupación entre los productores, los dueños del material. Ante esta situación, y en colaboración con éstos, la filmoteca con sede en San Sebastián se personó en el expediente judicial al objeto de rescatar los títulos vascos y evitar su posible salida a subasta. La entidad cinematográfica hizo ver al juez que los propietarios de los negativos eran los productores y logró que levantara el embargo sobre las películas que reclamaba.

Pero surgieron incidencias procesales. El caso cambió de juzgado y la recuperación de los filmes se complicó cuando el control de los negativos quedó en manos de un depositario judicial, que llegó a pedir seis euros por lata de película a la Filmoteca Vasca, pese a la existencia de una orden judicial de devolución.Finalmente, el juzgado retiró dicha custodia y se la otorgó a la Filmoteca de Cataluña, que la ejerce desde diciembre de 2002. La institución vasca podrá así ir recuperando los fondos que reclame.

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