La gobernadora de Río nombra a su marido jefe de seguridad

La popular gobernadora de Río, Rosinha Matheus, que hace cuatro meses ganó en el primer turno las elecciones con una aplastante mayoría absoluta, acaba de sorprender a la opinión pública con el nombramiento para el importante cargo de secretario de la Seguridad Pública de su marido, el pastor evangélico Anthony Garotinho. Éste, de 40 años, compitió con Lula en las últimas elecciones presidenciales, por lo que tuvo que renunciar a su cargo de gobernador. Para ello, Rosinha ha pedido las dimisiones del actual secretario, Josías Quintal. "Estoy colocando en la Secretaría de Seguridad a lo que tengo más importante en mi vida: a mi marido", dijo la gobernadora al hacer el anuncio oficial.

La popularidad de Rosinha ha sufrido un grave deterioro por la incapacidad de su Gobierno de controlar la ola de violencia desencadenada por el narcotráfico después de su elección. Hasta el punto que el Gobierno federal se vio obligado en dos ocasiones en los últimos meses a enviar al Ejército a Río. La gobernadora ha querido jugar su última carta echando mano de la figura de su marido, quien, tras perder las elecciones, se había quedado sin cargo y sin trabajo.

Garotinho, que asumirá su nuevo cargo el lunes próximo, ha aceptado el cargo diciendo que, "aunque reconoce que es el peor momento para ello" y que "para un político que ha recogido siempre tantos éxitos" la Secretaría de Seguridad no es el mejor cargo, lo asume por sentido de responsabilidad, aunque ha subrayado: "Que nadie se espere milagros".

Lucha política

Pero detrás de la decisión de la gobernadora existe una lucha política bien destacada ayer por la prensa. El actual responsable de toda la Seguridad Nacional del Estado federal es Luiz Eduardo Soares, escogido por el presidente Lula para replantear el sistema de seguridad pública de Brasil y abrir una guerra contra el poder paralelo del narcotráfico. Soares había sido durante el Gobierno de Garotinho en Río su secretario de Seguridad Pública, cargo que él va a asumir ahora, pero acabaron mal. El hoy hombre de confianza de Lula llegó a acusar al entonces gobernador de estar presuntamente involucrado con la llamada banda podre de los policías corruptos. Garotinho anunció la destitución de Soares durante el noticiario de televisión, antes de avisar a él mismo.