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La OPEP retira dos millones de barriles de petróleo y eleva las cuotas

La decisión desconcierta a los mercados y provoca oscilaciones en el precio del crudo

El precio del petróleo cayó ayer a 23,3 dólares, su nivel más bajo desde noviembre de 2002, nada más conocerse la sorpresiva decisión adoptada por la OPEP de reducir la producción real y aumentar las cuotas oficiales. Los 10 miembros del cartel, en ausencia de Irak, acordaron retirar de inmediato dos millones de barriles diarios del mercado y elevar la cuota oficial en 900.000 barriles a partir del próximo 1 de junio, hasta 25,4 millones. Unas horas después, el petróleo volvió a los niveles de la víspera. La incógnita acerca del futuro de la industria petrolera iraquí quedó aplazada hasta una nueva conferencia el 11 de junio.

Por primera vez desde la fundación de la OPEP en 1960, Irak no estuvo presente en una conferencia ministerial, esta vez convocada de forma extraordinaria para prevenir un desplome de los precios tras la guerra, en coincidencia con la temporada cálida en el hemisferio norte, que siempre conlleva una baja de la demanda de combustible. También "la crisis económica mundial y la propagación de la neumonía asiática tienen un impacto negativo en la demanda", dijo el presidente de la organización, Abdullah al-Attiyah.

En ausencia de un representante de Irak, los demás 10 países miembros del cartel que administra el 40% del petróleo mundial decidieron retirar inmediatamente del mercado dos millones de barriles, de forma que la producción real se reduzca a 25,4 millones de barriles. A partir del próximo 1 de junio, la cuota actual de 24,5 barriles aumentará en 900.000, de forma que se ajuste a la producción real establecida ahora (25,4 millones de barriles). Attiyah aclaró que ésta "es una primera etapa" y que "tenemos la impresión de que podemos necesitar una nueva reducción". Las nuevas cuotas se volverán a examinar el próximo 11 de junio en una reunión del cartel en Doha.

Tras conocerse la decisión, los precios del petróleo se desplomaron hasta su nivel más bajo de los últimos cinco meses. El barril del brent llegó a cotizar a 23,35 dólares. Una vez asimilada la decisión, el petróleo se recuperó hasta volver a superar los 24 dólares, en los niveles similares a los de la víspera.

Efectos de la guerra

Para calcular las nuevas cifras de producción, la OPEP, por primera vez desde hace 13 años, incluyó como suyo el volumen de petróleo iraquí, el cual, bajo el embargo impuesto al régimen de Sadam Husein, había quedado excluido de la cuota de OPEP. Durante la guerra, fue sustituido por Arabia Saudí y otros miembros del cartel. Ahora no figura Irak en la nueva repartición de cuotas, la cual supone una legitimación de parte del exceso de oferta previo a la guerra.

Durante la crisis, para garantizar que no hubiera escasez de crudo en el mercado mundial, la organización "mandó la cuota de vacaciones" y dio luz verde para que los miembros produjeran lo que consideraran necesario. Arabia Saudí fue el que pudo abrir más el grifo, y llegó a extraer hasta un millón y medio más de su cuota, de 7,96 millones de barriles diarios.

La decisión de volver en junio a mantener la disciplina de cuotas afecta, por lo tanto, en primer lugar a Arabia Saudí, que deberá reducir su producción diaria a algo más de 8 millones de barriles. El ministro saudí del Petróleo, Alí al-Naimi, no se mostró, sin embargo, irritado ante esta perspectiva. Por el contrario, dijo que era "muy seria" la decisión de reducir el nivel de producción, dado que conviene mantener el precio del petróleo alrededor de los 25 dólares por barril.

El reajuste ahora ha sido cauteloso al no haber podido tomar todavía en cuenta un factor esencial para los cálculos a mediano y corto plazo: la evolución del petróleo de Irak cuando se defina quién administrará sus pozos y comercializará su petróleo una vez restaurada la capacidad de extracción y venta. Una fuerte presencia de empresas petroleras norteamericanas podría contrariar los intereses de la OPEP. Pero el presidente de la OPEP prefirió no adentrarse en este tema, que cuestiona la existencia misma de la organización, y se limitó a decir que "ojalá" Irak vuelva al seno de la organización.

El secretario general de la OPEP, Abdullah al-Attiyah (derecha), durante su comparecencia ayer.
El secretario general de la OPEP, Abdullah al-Attiyah (derecha), durante su comparecencia ayer.REUTERS

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