_
_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Aitzgorri, pistas protegidas

En una reciente reunión del Patronato de Peñas, el Diputado Foral de Medio Ambiente aseguraba que el 20% del territorio guipuzcoano está protegido. Dada por buena la cifra, creo que es hora de aclarar qué entendemos por "protegido" unos y otros. Porque no coincidimos.

Y para ello nada mejor que un ejemplo: el siempre pospuesto Parque Natural de Aitzgorri. En este caso "disfrutar" de una figura de protección la sierra lo va a pagar, lo está pagando muy caro. Ante la posible declaración numerosos agentes se han lanzado en los últimos años a una carrera contra reloj cuyo objetivo es arrasar lo que se pueda antes de que se proteja. Ampliación de canteras, eliminación de zonas enteras del proyecto, la minicentral que ha arrasado el nacedero del Zirauntza, roturación de vegetación o la ampliación del Parque Eólico de Elgea son algunos ejemplos de unas actuaciones que pretenden reducir lo "protegido" a su mínima expresión. Entre todas sin duda la más llamativa es la construcción indiscriminada de pistas de montaña, propiciada por la Diputación de Guipúzcoa.

Son aproximadamente 60 kilómetros de pistas de gran anchura las que se han construido en las zonas de Altzania, Txurrukopunta y la Parzonería, afectando gravemente a ecosistemas tan amenazados como los hayedos e, incluso, a la turbera de Arbarrain, la más importante de Guipúzcoa, auténtica joya de nuestra naturaleza.

Estas zonas de gran valor, tanto desde el punto de vista botánico, faunístico como cultural, quedan a partir de ahora abiertas al tránsito de vehículos y expuestas a todo tipo de agresiones. Y lo más grave, tratándose de terrenos de propiedad pública, no hay ningún uso que pueda justificar tal densidad de accesos. Constituye una actuación absurda que choca frontalmente con la notoria carencia de fondos que tiene la Diputación para invertir en los espacios naturales, tal y como reconoció varias veces en la citada reunión el señor Murua. Cómo van a tener dinero si se lo gastan en asfaltar. En este momento cabe decir que el Parque de Aitzgorri va a nacer, si llega a hacerlo, más muerto que vivo, al punto que quizás cuadraría más calificarlo de Parque de Pistas.

Este desastre de Altzania es un jalón más de cuatro años de gestión productivista de los espacios guipuzcoanos. Así, hemos llegado a la aberración de confundir monocultivos de pinos con bosques, espacios naturales con pistas de rallye, protección con la explotación de recursos. Si seguimos así, cuando alcancemos ese teórico 20% de espacios protegidos, señor Murua, ¿cuál será el porcentaje de naturaleza en los mismos?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_