La Fiscalía del TSJ investigó durante 2002 un 92% más de causas relacionadas con menores que en 2001

La Fiscalía de Menores del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) abrió 8.001 diligencias preliminares en 2002 sobre supuestas infracciones con menores de entre 14 y 18 años implicados. Eso supone un 92% más que en 2001. De ellas, se convirtieron en expedientes 2.053, frente a 1.255 en 2001, lo que significa un incremento del 63% en Valencia. Así lo expuso ayer Enrique Beltrán, fiscal jefe del TSJ, en la presentación de la memoria del pasado año. Según Beltrán, "la pinza entre 16 y 18 años es la que da mayores actos delictivos, eso puede explicar el aumento, aunque eso ya pasaba el año anterior cuando entró en vigor la nueva Ley Penal del Menor". El fiscal jefe afirmó: "No sé a qué será debido el incremento, a mí me extraña muchísimo. La juventud delincuente está más díscola, no sé, algún motivo de fondo habrá pero yo lo desconozco". Beltrán recordó que en esa situación de sustancial aumento de casos, la fiscalía de menores perderá un fiscal a partir del próximo 28 de abril, con la entrada en vigor de los juicios rápidos, pasando de 11 a 10.

La memoria de 2002 recoge también que los delitos subieron en Valencia y su provincia un 9,71% (según los datos facilitados por Guardia Civil y Policía Nacional fueron 167.506 los conocidos el pasado año, frente a 152.676 en 2001, la diferencia es de 14.830 delitos más en 2002) y sitúa la media de eficacia de los cuerpos y fuerzas de seguridad en la resolución de casos en poco más del 18%.

Beltrán puntualizó, como viene siendo habitual, que los datos pueden no ser correctos porque las fuentes son varias y no coinciden por falta de un sistema homologado de recopilación.

La fiscalía del TSJ señala que el número de extranjeros detenidos en 2002 supuso el 56% del total (de los cuales el 25% es de origen rumano, país al que no se exige visado). En este apartado, el fiscal se refiere en la memoria a "la raza" como un elemento en el "estudio sociológico de la personalidad de los autores de las infracciones". Y señala sobre ello que "aunque no es un factor determinante para cometer delitos, sin embarga destaca el hecho que individuos de raza negra y norteafricana (...) se vean abocados bien al tráfico de drogas o bien a robos".

El fiscal jefe, en referencia a causas específicas de brotes de delincuencia, apunta entre ellas que la aplicación de la prisión provisional (sólo en circunstancias muy concretas: porque la pena posible exceda de los tres años, haya alarma social o riesgo de fuga) "crea una sensación de impunidad dentro de los ambientes de delincuencia" y aboga por la mayor presencia de los fiscales en los juzgados cuando los detenidos sean conducidos a declarar porque si el fiscal no solicita el ingreso en prisión, el juez no puede decretarlo.