Schröder y Blair tratan de cerrar las heridas de la guerra
Los dos líderes se comprometen a trabajar juntos por mejorar la relación transatlántica
En otra muestra de los esfuerzos para recomponer las relaciones entre las capitales europeas y entre éstas y Estados Unidos, el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el primer ministro británico, Tony Blair, manifestaron ayer que trabajarán juntos para posibilitar "relaciones transatlánticas intactas" que puedan dar respuesta a la "nueva situación" creada por la caída del régimen iraquí, según expresó el gobernante alemán. Blair acudió a la ciudad alemana de Hannover en una visita relámpago previa a la asistencia de ambos políticos a la cumbre europea que se inicia hoy en Atenas.
En una breve comparecencia ante la prensa, tras su primera reunión desde el inicio de la guerra, Blair y Schröder insistieron en que las "pasadas diferencias de opinión" pierden relevancia con los retos que se afrontan hoy día. El primer ministro británico enumeró como tareas pendientes en Irak la formación de un Gobierno representativo y de un sistema democrático, la necesidad de garantizar tanto la ayuda humanitaria como la seguridad ciudadana y el inicio de la reconstrucción.
Sobre este último punto, tanto Schröder como Blair, "en principio", están de acuerdo en que Naciones Unidas deberá jugar un "papel clave" en la reconstrucción, según expuso el primer ministro británico. Ni él ni Schröder, sin embargo, fueron más allá de esta afirmación general. "Lo que esto quiere decir exactamente lo determinarán las negociaciones diplomáticas", indicó el canciller alemán después de admitir que estas conversaciones "no serán fáciles".
Ambos Gobiernos se han esforzado en las últimas semanas por limar asperezas diplomáticas en la Unión Europea y así se ha interpretado tanto el llamamiento del primer ministro británico de dar cabida a la ONU en la reconstrucción como la satisfacción expresada por el canciller alemán tras la caída de Sadam Husein. Berlín ha asegurado además en repetidas ocasiones que no pretende formar ningún "eje" con París y Moscú. Esta sospecha se había reforzado el pasado fin de semana, cuando Schröder se reunió en San Petersburgo con el presidente francés, Jacques Chirac, y el presidente ruso, Vladímir Putin. Aunque últimamente se haya parapetado tras el protagonismo de Francia, Alemania fue una firme opositora a la guerra contra Irak. Schröder desde hace meses no habla personalmente con el presidente estadounidense, George W. Bush.
Preguntado por un periodista británico sobre si él cree que el mundo es más seguro tras la caída del régimen iraquí, el canci-ller alemán respondió: "La superación de cualquier dictadura beneficia a la humanidad, aunque siempre habrá diferencias sobre la forma de alcanzarlo". A juicio de Schröder, "ahora es muy importante que la victoria militar se convierta en un verdadero beneficio para la gente en Irak y en una victoria política, lo que todavía requiere mucho trabajo".
Como si hubiesen esperado esta espinosa cuestión, entre am-bos políticos hubos risitas cuando surgió el interrogante de qué es lo que piensa Blair de la iniciativa para crear una eurozona de Defensa. Londres ha señalado ya que declina la invitación.
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