Israel y Palestina

Señor Menéndez del Valle: una paz justa entre Israel y Palestina llegará. Y no "una paz justa en Palestina", como reza el epígrafe de su tirada contra Israel y los Estados Unidos publicada el 11 de abril en EL PAÍS.

Resultaría ocioso, aunque no difícil, refutar la mayor parte de las alegaciones que hace en su artículo.

Me limitaré a puntualizar lo siguiente:

1. Confunde, aunque ciertamente no por ignorancia, entre causa y efecto: los encierros y sus consecuencias -entre otras, la precaria situación económica de los palestinos- no son la causa de la violencia y el terrorismo (a propósito de terrorismo, es un término y situación que usted deliberadamente omite), sino su consecuencia.

2. Justifica -aun omitiendo el término- el terrorismo, acusando sin demasiada sutileza a Israel de ser su causante.

3. Recogiendo una terminología particularmente ruin (ver Saramago y adláteres), tilda la situación en Gaza como "campo de concentración". No sospecho de usted, que no sabe lo que realmente fueron los campos de concentración ni quiénes fueron sus víctimas. Por el contrario, creo que lo sabe, pero se presta a manipular el término empleándolo ni más ni menos que contra sus víctimas. (¿Era en su opinión Gaza un campo de concentración cuando estaba entre 1948 y 1967 en manos de Egipto?).

4. Para más agravio, remata su libelo con una original novedad: "La antigua Palestina y el moderno Israel". En otras palabras, el pueblo palestino ancestral existió y el de Israel es apenas un advenedizo en la historia...

Estoy convencido de que llegará la paz entre Israel y los palestinos, y que todos los que bregamos por ello veremos nuestros esfuerzos recompensados.

Y llegará cuanto más pronto se alejen quienes la promueven (cuarteto incluido) de las posiciones que usted representa.