Sobre la guerra

Con el bochornoso espectáculo del derribo de la estatua de Sadam Hussein en la plaza Fardus, de Bagdad, y su conquista a través de la colocación sobre ella de la bandera americana ante sonoros abucheos de la población iraquí, nuestro Gobierno, Bush y Blair se vanaglorian hoy mutuamente de que ya ha acabado la guerra, "su" guerra, porque no podemos olvidar que en todo momento esta matanza cruel, ilegal y absurda no ha sido más que la propia "guerra de papá" que ha montado Bush con el beneplácito de sus dos mejores compañeros de juego.

¿Y ahora qué?, pensamos muchos. ¿Qué es lo próximo que toca, quizá darles a ellos las gracias? Pues bien, en ese caso señor Aznar muchas gracias por los asesinatos cometidos que quedarán sin duda impunes, muchas gracias por pisotear a la ONU, muchas gracias por desoír nuestros gritos en las calles en contra de esta guerra, muchas gracias por demostrar ante todos su catadura moral y política, muchas gracias por haber aislado de nuevo nuestro país de Europa y del mundo, muchas gracias por imponer sus propios intereses personales y egoístas al conjunto del Estado. Muchas gracias, en definitiva, por la muerte, el hambre, la pobreza y el miedo que desde hace casi un mes anidan como nunca en Irak gracias al "vale todo" impuesto desde Washington.

Ahora bien, permítame que hoy, después de contemplar las imágenes de Julio A. Parrado, José Couso y de otras muchísimas personas anónimas asesinadas en ambos bandos de la contienda, lejos de sentirme en deuda con ustedes no pueda por más que sentirme avergonzado.- Juan Bertuchi. Maestro de Educación Infantil y Primaria. Málaga.

Entristecido por las acerbas críticas que la oposición en su conjunto vierte constantemente contra nuestro Gobierno y, particularmente, contra José María Aznar por su apoyo a la coalición liberalizadora de Irak. Apenado por tanta incomprensión e ignorancia acerca del papel que España juega en esta intervención humanitaria, quisiera contribuir a despejar las dudas que las personas de orden y de buena fe pudieran tener al respecto.

¡Que nadie lo dude! Nuestro papel en la intervención liberalizadora de Irak no es otro que la evangelización de estas buenas gentes ahora que han sido liberadas del sátrapa mesopotámico. ¡Que mediocre cortedad de miras ha demostrado la oposición con sus injustas críticas! ¡Que falta de sentido de la historia! No se han percatado que el presidente del Gobierno, apoyado unánimemente por el Partido Popular, nos ha devuelto la esencia de nuestra identidad nacional, que no es otra que la comunión entre la cruz y la espada.

Que lo sepa el mundo entero, que calle de una vez la canalla socialista, que el presidente del Gobierno, con esa austeridad y castellana reciedumbre que le caracteriza, ha enderezado el peligroso rumbo liberal de nuestra nación y conectando magistralmente con los tiempos que corren, nos ha devuelto nuestra tradición guerrera y evangelizadora.- José Enrique Herrera de León. Sevilla.

Roquetes es un pueblo de Tarragona, en Cataluña, en cuyo Ayuntamiento había un único edil que representaba al Partido Popular y que ha dimitido de su cargo por motivos personales (éticos y religiosos). Ésta es la noticia escueta.

En Roquetas, ciudad de Almería, en Andalucía, el Ayuntamiento está formado por 11 concejales del Partido Popular con mayoría absoluta, ninguno de ellos ha dimitido, ni por motivos sociales, ni morales, ni mucho menos religiosos. Todos ellos se declaran católicos, pero no hacen caso del Papa, se declaran pacifistas pero no les afecta para nada la guerra ni sus atrocidades. Para ellos, lo más importante es el sillón. Claro que explicarán que la culpa la tienen los jefes de los iraquíes.

Dos puntos de vista opuestos y dentro, teóricamente, de las mismas ideas y del mismo partido. Cosas veredes, Sancho.- Luis Cisneros Pérez. Roquetas (Almería).