Carros de combate
Anoche soñé que los carros de combate de la coalición enfilaban el paseo de la Castellana de la capital de España, giraban a la derecha en la plaza de San Juan de la Cruz para subir por la calle de Ríos Rosas y parar enfrente de la estatua de Franco.
A continuación, se bajaron los ocupantes de uno de los carros de combate con la intención de descabezar la estatua del dictador, entre el delirio de las masas de ciudadanos anónimos allí congregados. Cuando se disponían a hacerlo, desperté y vi, caída en el suelo de mi dormitorio, una pequeña estatuilla que tengo sobre mi mesilla de noche. A la estatuilla se le había roto la cabeza.
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