Trabajadores de Pickman se encadenan en la catedral de Sevilla para exigir una solución

Unos 20 trabajadores de la fábrica de loza sevillana Pickman La Cartuja se encadenaron ayer de forma indefinida en la Puerta de Campanillas de la Catedral de Sevilla para protestar por la falta de solución a su problema laboral y social, después de de tres meses sin cobrar. Los empleados de Pickman llevan ya más de tres semanas acampados en las cercanías de la sede de la Delegación del Gobierno central y ayer se manifestaron entre Plaza Nueva y Plaza de España, donde se encuentra la sede de la Delegación del Gobierno, aunque no llegaron hasta ese punto y decidieron encadenarse a la seo hispalense.

Unos 200 trabajadores participaron en la manifestación, que se desarrolló sin incidentes, según un portavoz del comité de empresa. Los representantes de la plantilla esperan concretar una reunión hoy la Delegación del Gobierno central. Dicho encuentro podría contar con la participación de la Junta, aunque ese extremo aún no está cerrado.

Los trabajadores de Pickman fueron dados de baja de la Seguridad Social en febrero por Álvaro Ruiz de Alda, quien adquirió la fábrica de loza en 1999. Ruiz de Alda argumentó que la ejecución de una garantía hipotecaria al no poder hacer frente a un préstamo traspasaba la titularidad de la empresa a la sociedad pública Rumasa. Por el contrario, la Administración central sostiene que la ejecución de esa garantía hipotecaria se saldó con la titularidad de los terrenos que ocupa la firma y se niega a hacerse cargo de la nómina de los trabajadores.

En anteriores reuniones con la Administración central, ésta se comprometió a buscar algún nuevo comprador para la fábrica de loza y a buscar fórmulas para evitar pérdida de renta de los trabajadores, siempre que aceptasen los despidos.