¿El séptimo hito de las telecomunicaciones?

Posiblemente, con el UMTS se está culminando un desafío mayúsculo que marcará un hito en la historia tecnológica: la fusión a gran escala de las tecnologías que conformarán las telecomunicaciones del futuro.

Desde el punto de vista conceptual, según la terminología de clasificación del progreso científico de Freeman Dyson, la evolución tecnológica de las telecomunicaciones apenas si ha pasado por media docena de grandes cambios: a la invención de la comunicación a distancia -la telecomunicación- de la voz le siguió la posibilidad de -contraviniendo la ley de Ohm, que sostiene que la distancia aumenta la resistencia que disminuye la intensidad de las señales eléctricas- de comunicarse a cualquier distancia y de todos con todos; la telecomunicación que nació con un limitado alcance y bilateral, se hizo ecuménica y multilateral. A estos logros del ingenio humano le siguió otro no menos importante: la conmutación automática de circuitos telefónicos, que otorgó la libertad universal de comunicarse con otra persona sin la intermediación de un operador -más bien operadora- humano. Mucho más tarde, a la posibilidad de telecomunicación humana a través de la voz se añadió la de máquinas -ordenadores- con máquinas mediante la transmisión de datos (germen de Internet). Con la generalización de la tecnología electrónica digital y la convergencia de las telecomunicaciones y la informática, fueron posibles los últimos grandes avances: la telefonía móvil e Internet.

"Dentro de poco, y casi sin darnos cuenta, el UMTS desplegará todo su potencial"

El teléfono, las redes, la conmutación automática de las llamadas, la transmisión de datos, la telefonía móvil e Internet son los seis hitos fundamentales que ha aportado más de un siglo de telecomunicaciones. Muy pocos, aparentemente, pero de alcance extraordinario. El nuevo, quizás venga representado por el UMTS, quintaesencia contemporánea de las telecomunicaciones, como consecuencia de la fusión funcional de todos sus atributos: la libre comunicación universal de voz, datos e imágenes en cualquier tiempo y espacio, en el que dicha tecnología esté disponible. Incluso si se confirma la hipótesis de que el UMTS represente el séptimo cambio conceptual de la historia de las telecomunicaciones, ello no significa que su posible éxito sea inmediato; puede esperar aún algún tiempo hasta que se configure como una tecnología de amplio eco social.

En tal sentido conviene recordar que, a lo largo de la historia, muchas tecnologías han terminado siendo utilizadas para propósitos muy distintos de los originalmente concebidos y que la mayoría de ellas, incluidas las de mayor éxito, han necesitado un largo tiempo antes de ser socialmente adoptadas.

Cabe recordar que el teléfono tardó varias décadas en ser socialmente aceptado como algo realmente útil y que las manifestaciones tecnológicas contemporáneas de mayor éxito, como el fax, la telefonía móvil, Windows e Internet, necesitaron muchos años para emprender el crecimiento exponencial de su posterior desarrollo comercial.

El camino del éxito del UMTS está siendo abierto por la tecnología GPRS ya disponible y en uso creciente. El GPRS incorpora una novedad tecnológica -la posibilidad de estar siempre conectado y poder utilizar simultáneamente la transmisión de datos y voz- que permite el cobro del servicio en función de la cantidad de información transmitida. Frente al clásico sistema de cobro por tiempo y distancia, y el original y ahora recuperado con el ADSL modo de cobro mediante tarifa plana independiente del uso de la red, el GPRS viene a significar un verdadero cambio copernicano, que anuncia la manera en la que en el futuro todas las formas de telecomunicación serán facturadas. Con el GPRS queda garantizada, además, la integración de Internet con la movilidad; una verdadera conquista que ya está disfrutándose en los países más avanzados, entre los que se encuentra -y en cabeza- España.

El UMTS, además de incorporar todas las nuevas facilidades del GPRS, añade dos adicionales: una mejor gestión del tráfico por unidad de espectro radioeléctrico y mayores velocidades de transmisión para el usuario.

Los primeros ensayos comerciales del UMTS ya se están llevando a cabo en Europa y en España, y a finales de año, o en todo caso a principios del próximo, estarán desplegadas infraestructuras en espera de usos que dependerán de la disponibilidad de terminales cuya relación valor/precio sea atractiva para los usuarios.

Dentro de poco, y casi sin darnos cuenta, el UMTS desplegará todo su potencial; y para entonces otras tecnologías volverán a anunciar nuevas fronteras de servicios, siguiendo la senda sin fin de la creatividad humana.

Jesús Banegas Núñez es presidente de Aniel.