El parón diplomático de Aznar
El silencio que mantienen José María Aznar y sus colaboradores en el debate sobre al escenario de la post guerra en Irak está provocando inquietud en medios próximos al Partido Popular. El presidente del Gobierno no ha explicado en sus reiteradas intervenciones en el Congreso de los Diputados qué papel defenderá España para la ONU ni hasta que punto está dispuesto a apoyar un protectorado norteamericano en Irak. Tampoco unió inmediatamente su voz a la del británico Tony Blair cuando éste anunció, el pasado miércoles, que Gran Bretaña no apoyará intervenciones norteamericanas en Siria ni en Irán, acusadas otra vez por la administración Bush de apoyar a "terroristas", sin especificar.
Rodríguez Zapatero llevará al Congreso el debate sobre el papel de la ONU en el escenario pos-Sadam y la negativa a un protectorado anglo-norteamericano
A la vista de sus últimas comparecencias parlamentarias, Aznar parece mucho más preocupado por la presión que sufre su partido en la calle a pocas semanas de la campaña electoral municipal y autonómica, que por el serio debate que se ha abierto en toda Europa, e incluso en EE UU, sobre el inmediato futuro de Irak como país ocupado militarmente.
Tony Blair ya ha explicado ante la Cámara de los Comunes que cree necesario que el Consejo de Seguridad de la ONU respalde la presencia anglo-norteamericana en el territorio ocupado y que desea un gobierno totalmente iraquí, sin participación de militares ni civiles extranjeros. De hecho, Blair ya ha comenzado una ronda de conversaciones con otros líderes europeos, incluidos los franceses y alemanes. Aznar, por el contrario, se ha limitado a decir que en Irak habrá tres etapas, que denominó de "estabilización, transición e institucionalización", sin aclarar cual cree que debe ser el papel de Naciones Unidas en cada una de ellas.
Lo que más perplejidad provoca en determinados sectores del PP es la poca actividad que está desarrollando el presidente del Gobierno en el frente diplomático y especialmente en el frente europeo. Blair, según critican miembros del sector más partidario de la UE, parece estar más interesado en recomponer sus lazos con Francia y Alemania que Aznar, que parece haber delegado ese trabajo en niveles más burocráticos. "Recomponer las relaciones con el llamado núcleo duro de la Unión Europea debe ser una tarea primordial para nosotros", asegura un representante de este sector, que se lamenta de que el presidente del Gobierno no haya tomado todavía alguna iniciativa personal en este sentido. Tampoco comprende por qué no se ha empezado a recomponer el escenario con México y con otros países latinoamericanos que se sienten lejanos a la posición española en Irak.
Un colaborador de la Moncloa reconoció que el Gobierno no desea impulsar todavía el debate sobre el futuro de Irak, "lo que no quiere decir que el presidente Aznar no tenga opinión sobre ello". "Desde el punto de vista del partido", aseguró, "lo que nos importa ahora es saber qué pasa con la guerra porque de eso van a depender muchas cosas para nosotros en los próximos días".
Parálisis del PP
Muchos cargos intermedios del Partido Popular estan inquietos por la parálisis en la que se encuentra sumida su organización a solo unos días de que comience la campaña electoral. Formalmente, el PP acusa a la oposición de acosar sus sedes e intenta que esta discusión impulse a sus militantes, pero de puertas para dentro los responsables del PP se quejan no tanto de esos ataques como de la presión enorme que está generando el desarrollo de la guerra en Irak y las continuas imágenes de víctimas civiles, mujeres y niños, en las pantallas de televisión.
"El principal problema es que se está discutiendo de la guerra hasta en los cafés de los pueblos y en las tiendas de comestibles de las ciudades pequeñas y que nuestros votantes se sienten presionados por sus vecinos y por sus colegas", reconoce un dirigente provincial.
El debate sobre el futuro de Irak, sin embargo, llegará pronto al Congreso de la mano de la oposición. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, no lo ha podido promover hasta ahora porque ha venido defendiendo exclusivamente que se parara la guerra. Algunos de sus colaboradores creen que, a partir de esta semana y según se vayan desarrollando los acontecimientos militares en el frente, debe empezar a presentar propuestas para un escenario pos-Sadam en el que la ONU juegue un papel predominante. Estos asesores consideran también que Zapatero debe moverse rápidamente y visitar algunas capitales europeas para concordar posiciones con otros partidos socialdemócratas contrarios a que se perpetue la presencia anglo-norteamericana en Irak.
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