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Srebrenica entierra a sus muertos ocho años después de la matanza

La policía serbia vincula a Milosevic con el asesinato de Djindjic

Los primeros 600 cadáveres de los musulmanes asesinados en la matanza de Srebrenica (Bosnia-Herzegovina) el 11 de julio de 1995 por tropas serbobosnias recibieron sepultura ayer en un multitudinario y emotivo entierro. Unos 10.000 familiares participaron en la ceremonia, celebrada en una pradera cercana a la ciudad. Entre 6.000 y 8.000 varones murieron en la peor matanza cometida en Europa desde la II Guerra Mundial.

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Hombres y mujeres lloraban mientras los féretros eran depositados en las tumbas cubiertos de las telas verdes tradicionales en el islam. Las 600 tumbas ocupan tan sólo una parte del cementerio, situado muy cerca del lugar donde los hombres y mujeres de Srebrenica fueron separados antes de la matanza. Las fuerzas serbobosnias tomaron la ciudad, declarada "zona segura" por la ONU, en julio de 1995, sin que el contingente de cascos azules holandeses hiciera algo por impedirlo.

Hasta el momento han sido exhumados de fosas comunes los restos mortales de unas 5.000 personas fallecidas en Srebrenica. Los cadáveres de las víctimas enterradas ayer fueron identificados por el ADN con ayuda de expertos estadounidenses. Los principales acusados de la matanza, el general Ratko Mladic y Radovan Karadzic, se hallan en paradero desconocido desde hace siete años.

Mientras tanto, en La Haya, tras una pausa debida a un nuevo proceso gripal, el ex presidente Slobodan Milosevic compareció ayer ante el Tribunal Internacional Penal para Yugoslavia (TPIY) con espíritu combativo. Nada más sentarse en el banquillo de los acusados calificó de "campaña" en contra suya y de su esposa, Mira Markovic, las acusaciones de haber instigado, hace tres años, el asesinato de Ivan Stambolic, ex presidente de Serbia y rival político. De visita en Moscú, donde reside su hijo Marko, ella negó también su participación en dicho crimen, asegurando que se pretende oscurecer "la brillante defensa" protagonizada por su marido en La Haya. El cadáver de Stamblic fue hallado la pasada semana en un pozo cercano a la villa de Novi Sad.

Soflamas políticas

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Acostumbrado a intercalar soflamas políticas en sus intervenciones, cortadas siempre en seco por Richard May, presidente de la sala que le juzga en el TPIY, Milosevic se quejó de ser el blanco de críticas y acusaciones de todos los sucesos dudosos ocurridos en Serbia. "Está claro que se trata de un ataque contra nosotros", dijo, refiriéndose a su familia. Desde la capital rusa, Mira Markovic remitió ayer un mensaje al diario montenegrino Publika en el que asegura que cualquier sugerencia sobre su participación en la muerte de Stambolic era "una mentira vil".

Anoche, la policía serbia vinculó a los partidos de Milosevic y su esposa con el atentado al primer ministro Zoran Djindjic y otros muchos asesinatos cometidos en los últimos años. El Ministerio del Interior comunicó que recibe a diario nuevas informaciones que "apuntan claramente" a que el asesinato de Djindjic, el pasado día 12, "es parte del complot de las llamadas fuerzas patrióticas". Estas fuerzas, según el comunicado oficial, están "encabezadas por criminales de guerra, personas que se enriquecieron durante la guerra, patrocinadores e inspiradores de la política de crímenes protagonizadas por los partidos del régimen de Slobodan Milosevic".

Por otra parte, el TPIY condenó ayer a dos croatas de Bosnia, Mladen Naletilic, alias Tuta, y Vinko Martinovic, apodado Stela, a 20 y 18 años de cárcel, respectivamente, por crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos entre 1993 y 1994. Acusados ambos de perseguir, torturar y asesinar a musulmanes de la zona de Mostar, en Bosnia-Herzegovina, Naletilic fundó una unidad especial de fuerzas croatas para practicar la limpieza étnica. Residente en Alemania, regresó a su tierra para "defender a su pueblo de los islamistas radicales", según dijo. En cuanto a Martinovic, era el comandante de una de las compañías de la unidad, denominada Batallón de los condenados por estar formada por delincuentes. Su objetivo era crear una república autónoma de los croatas de Bosnia, étnicamente pura.

Dos mujeres bosnias, junto a las tumbas de los muertos en Srebrenica.
Dos mujeres bosnias, junto a las tumbas de los muertos en Srebrenica.AP

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