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La UE rechaza dar a España fondos de solidaridad para el 'caso Prestige'

La Comisión vigilará la aplicación de Fondos Feder en la limpieza de playas

La Comisión Europea ha rechazado conceder a España ayudas económicas procedentes del Fondo de Solidaridad para asumir los costes de la limpieza ambiental de los vertidos de carburante procedente del Prestige, según una carta remitida por la Dirección General de Política Regional a Carlos Bastarreche, embajador de España ante la Unión Europea. Tras examinar la petición de España, los servicios de la Comisión estiman que la catástrofe "no es grave", ya que los daños son inferiores a los 3.000 millones de euros

La negativa fue comunicada por carta fechada el pasado día 11, aunque no fue registrada en la Embajada española hasta siete días después.

"Como usted sabe" -dice Graham Meadows, director general en funciones de Política Regional-, "la catástrofe no se considera grave con arreglo a la definición establecida en el Reglamento [del fondo de Solidaridad], ya que los daños causados no alcanzan el umbral de 3.000 millones de euros o el 0,6% de la renta nacional bruta".

Según la Comisión, el Fondo de Solidaridad "sólo puede intervenir con carácter excepcional, "si se demuestra que se cumplen los criterios establecidos" en ese reglamento.

Estos criterios se aplicarían al al caso de una región "que se haya visto afectada por una catástrofe extraordinaria, principalmente de origen natural, que haya afectado a la mayoría de su población y haya tenido repercusiones graves en las condiciones de vida y la estabilidad económica de la región". La ayuda anual que se concedería en esa circunstancia se limita como máximo al 7,5% del importe anual de que disponga en Fondo y se valoraría el hecho de que se trate de regiones aisladas o remotas, como las insulares o ultraperiféricas.

Sólo catástrofes naturales

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Tampoco le es de aplicación al artículo tercero del Reglamennto, según criterio de la Comisión. El artículo prevé una subvención para complementar los esfuerzos de un Estado para cubrir sus gastos en operaciones urgentes, como el restablecimiento inmediato de las infraestructuras y equipamientos de energía, aguas, telecomunicaciones, transportes, sanidad, enseñanza, alojamientos, medidas preventivas y la limpieza inmediata de las zonas siniestradas, "incluidas las naturales".

La Comisión hace saber al Gobierno español que les consta "se está utilizando fondos Feder para cofinanciar determinadas actuaciones de limpieza" del medio físico. "Nos gustaría saber" -pregunta Graham Meadows- "cómo se van a utilizar estos fondos y cuál será el destino preciso de los mismos. Si está prevista la utilización de Fondos de Cohesión, si se cumplen las directivas comunitarias sobre eliminación de los residuos recogidos en la limpieza, en qué medida se espera que los daños alegados resulten asegurables o puedan ser cubiertos por responsabilidades y si es probable que las operaciones beneficiarias de la ayuda están cubiertas por tales instrumentos".

La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, reconoció ayer que el Fondo de Solidaridad estaba pensado para catástrofes naturales más que ambientales y que tenía "un recorrido muy corto", mientras se aplican fondos estructurales en la limpieza y regeneración de las playas. Entre tanto, el ministerio negocia la aplicación de otros instrumentos flexibles de ayudas comunitarias similares a los que se firmaron cuando no se llegó a un acuerdo de pesca con Marruecos.

Para Cristina Narbona, portavoz de Medio Ambiente del PSOE, esta negativa europea demuestra que la gestión del Gobierno para lograr ayudas permanece inédita.

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