Miró desaloja del pleno de las Cortes a los integrantes del colectivo Cultura contra la Guerra

El clamor contra la guerra en Irak presidió ayer el último pleno de la quinta legislatura de las Cortes Valencianas, que fue suspendido a media mañana debido a la protesta protagonizada por un grupo de actores que fueron desalojados de la tribuna de invitados después de mostrar pancartas y camisetas con la leyenda No a la guerra, y que, una vez reanudado, terminó con los escaños de la oposición tapizados con sábanas blancas con crespones negros. La guerra estuvo presente a lo largo de toda la sesión, que vivió momentos de alta tensión, y que sirvió para aprobar cinco leyes sin debate. La presidenta de la Cámara, Marcela Miró, anunció que trasladará a la Fiscalía los incidentes ocurridos durante el pleno.

Lo de menos eran las cinco leyes que el PP llevó al último pleno de la quinta legislatura, que ya empezó con bronca el miércoles cuando los grupos de la oposición presentaron una declaración institucional contra la guerra que fue rechazada por el PP, por lo que a continuación propusieron guardar cinco minutos de silencio por las víctimas del conflicto, que Marcela Miró rechazó sin consultar siquiera al PP pero que aquellos realizaron pese a todo mientras la presidenta daba comienzo al pleno como si nada. Ayer, los diputados de la oposición mantuvieron la misma tónica de la maratoniana jornada anterior, que el PP prolongó hasta la madrugada: renunciaron a defender sus enmiendas y aprovecharon sus turnos para hablar de la guerra, mientras que los del PP no utilizaron su tiempo en contra. Así, las leyes del colegio de psicólogos y de patrimonio fueron aprobadas sin debate y con constantes llamadas al orden de la presidenta, que retiró la palabra una decena de veces a los portavoces de la oposición por no atenerse a la cuestión y hablar de la guerra.

Los diputados de la oposición coincidieron a la hora de defender sus emiendas a la ley del colegio de psicólogos. Estos profesionales, dijeron, "van a tener mucha faena" debido a la guerra. Miró no lo tenía fácil. Los diputados de la oposición volvían una y otra vez a la guerra pese a las peticiones de que se atuvieran a la cuestión que les hacía la presidenta, que finalmente les retiraba la palabra. Pero Miró no daba abasto porque, al mismo tiempo, le llegaban comentarios desde los bancos socialistas -"Torquemada", "no a la guerra"- y tenía que llamar al orden a los diputados.

La misma tónica presidió el supuesto debate de la ley de patrimonio. "El mejor patrimonio que tiene la Generalitat es el pueblo valenciano y ese patrimonio hay que cuidarlo, atender sus preocupaciones y hacerle caso", dijo Joan Antoni Oltra, de EU, en referencia a la opinión mayoritaria de la ciudadanía sobre la guerra. Ya no pudo decir mucho más, porque Miró le retiró la palabra. "Se me encoje el estómago al defender el derecho patrimonial cuando se está privando del derecho a la vida" a los iraquíes, "mientras se ha roto el derecho internacional", dijo la socialista Cristina Moreno antes de que Miró le retirara la palabra tras pedirle que no manipulara.

Entonces, los actores presentes en la tribuna de invitados -una decena, además del sociólogo y escritor Josep Vicent Marqués- se levantaron y empezaron a corear el No a la guerra, al tiempo que mostraban camisetas y pancartas con el mismo lema. La oposición se sumó al grito. Miró ordenó desalojar a los actores, suspendió el pleno y convocó a la Junta de Portavoces.

Los actores fueron conducidos a las dependencias de los servicios de seguridad de la Cámara, donde fueron informados de que habían infringido el Código Penal. En la Junta de Portavoces el PP pidió a Miró que traslade a la Fiscalía tanto los hechos de ayer como los del miércoles por la noche, cuando varios centenares de personas convocadas por el colectivo Campanya Valenciana contra la Guerra se concentraron cerca de las Cortes mientras en el hemiciclo seguía el pleno. En este último caso están incluidos los diputados de la oposición, que abandonaron la sesión para sumarse a la protesta. Como ya se denunciara hace dos años, cuando un grupo de sindicalistas interrumpió un pleno, unos y otros habrían "coaccionado" a los diputados del PP, según el portavoz popular, Alejandro Font de Mora, que echó mano del argumentario de los últimos días para señalar que "los socialistas y sus socios de izquierda radical [en referencia a EU] no tienen otro sendero que el de la crispación y el de la ruptura reglamentaria".

Los portavoces de la oposición recordaron que en el Congreso de los Diputados no se paró el pleno cuando tuvo lugar un incidente similar con los actores.

El pleno se reanudó una hora después de su suspensión con el debate de las últimas enmiendas a la ley de patrimonio. Y con la misma tónica: referencias a la guerra en cada intervención de la oposición. Miró echó del pleno al socialista Andrés Perelló, quien, antes de abandonar el hemiciclo, colocó en su asiento una sábana blanca con un crespón negro. Muchos otros diputados de la oposición imitaron el gesto y sacaron también sábanas enlutadas. Así terminó la quinta legislatura de las Cortes Valencianas.