Irak compró a tres empresas rusas aparatos de interferencia de vuelos
Las firmas niegan la operación y admiten que la venta fuera indirecta
Para los militares norteamericanos ha sido una desagradable sorpresa la eficacia de los aparatos de interferencia con los que cuenta Irak que obstaculizan las misiones de los aviones que bombardean Bagdad y otras ciudades. Washington ha acusado a Rusia de haber vendido al Ejército de Irak los sofisticados equipos e incluso nombró una de las firmas culpables: Aviakoversia. Las otras, aunque no fueron mencionadas por los estadounidenses, son fácilmente determinables, ya que sólo dos empresas fabrican equipos terrestres para inhibir el sistema de posicionamiento global de los aviones. Se trata de la compañía Kvant, de Nóvgorod, y de la Fábrica Electromecánica de Briansk. Cada complejo móvil de interferencia radioelectrónica (jammer) producido por ellas puede obstaculizar simultáneamente el trabajo de 50 aviones y helicópteros a una altura de entre 30 metros y 30 kilómetros y a una distancia de entre 70 y 150 kilómetros.
Las tres firmas niegan categóricamente haber vendido esta clase de equipos a Irak. Como afirma Vladímir Mijéyev, vicedirector de Kvant, ello es imposible, ya que en la misma fábrica están presentes delegados del Ministerio de Defensa ruso que controlan cada equipo producido. Declaraciones similares han realizado los dirigentes de Aviakonversia y de la FEB.
No obstante, es un hecho indiscutible que los iraquíes tienen equipos de interferencia radioelectrónica de fabricación rusa. Dos pueden ser las explicaciones de ese hecho. La primera, que Irak los ha conservado de los tiempos soviéticos y luego ha comprado repuestos a través de diferentes repúblicas de la antigua URSS. La segunda, más probable, es que Irak haya obtenido los jammers de otros países de Oriente Próximo, que los han comprado a su vez a Rusia.
Aviakonversia no niega que pueda haber vendido decenas de jammers a los países de la zona, que después puedan haber sido revendidos.
El tema de los jammers y de los misiles antitanque Kornet, supuestamente vendidos a Irak por la empresa KBP Tula, fue discutido por EE UU y Rusia durante la última conversación entre los presidentes George Bush y Vladímir Putin el lunes pasado.
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