La guerra siembra tensiones entre Rusia y EE UU
La invasión norteamericana de Irak está provocando perceptibles tensiones entre EE UU y Rusia, aunque ambas partes se esfuerzan por minimizar daños y mantener a flote la relación. El ministro de Exteriores, Ígor Ivanov, dijo ayer que corresponde a los inspectores internacionales, y sólo a ellos, dar un "dictamen independiente" en el caso de que EEUU anuncie que ha encontrado armas de destrucción de masas en Irak. Si esto se produjera, los inspectores deberían presentar sus conclusiones ante el Consejo de Seguridad de la ONU, dijo el jefe de la diplomacia rusa, que ayer criticó duramente la política norteamericana ante el Consejo de la Federación (Cámara baja del Parlamento).
Ivanov insistió en que la acción militar de EE UU en Irak no tiene ninguna base legal y acusó a Washington y a Londres de "tratar de justificar por diferido" el uso de la fuerza, utilizando para ello a la ONU. Pese a sus duras palabras, el ministro se negó a hablar de "agresión" para calificar las acciones militares de EE UU en Irak. El Consejo de la Federación, sin embargo, empleó ayer este término en una declaración que, según el presidente de la Cámara, Serguéi Mirónov, fue dictada por una "actitud emocional" ante lo que sucede.
Altas fuentes diplomáticas norteamericanas en Moscú reconocían ayer que la relación entre EE UU y Rusia son "tirantes", aunque ambas partes intentan "limitar el daño, gestionar el desacuerdo y superar esto". Y reconocieron que la situación "se complica a medida que la guerra se prolonga", pero confiaron en que sea posible superar las diferencias, como lo fue tras la intervención militar en el Kosovo, en 1999, aunque el caso actual "puede ser un desacuerdo más profundo".
Motivos
Entre los motivos de fricción está la aparición en Irak de aparatos de interferencia antiaérea de producción rusa. Fuentes norteamericanas aseguraron haber planteado el problema a las autoridades rusas en varias ocasiones y señalaron que Moscú no había dado una respuesta satisfactoria para Washington. La creciente "frustración" de los norteamericanos acabó por traducirse en su aireamiento público. Según estas fuentes, han aparecido nuevos datos sobre la supuesta venta después de que Putin y Bush conversaran sobre ello la semana pasada.
Ayer, el consistorio municipal de San Petersburgo rechazó debatir una propuesta para que "por motivos de seguridad" Bush, Blair y Aznar, no sean recibidos en la ciudad en el 300º aniversario de su fundación, en mayo. Sólo 16 de los cincuenta diputados se manifestaron a favor. En Rusia no ha habido manifestaciones masivas contra la guerra en Irak.
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