Los expertos piden la cría urgente de linces para evitar su extinción

Quedan tan pocos ejemplares que muchos se conocen por nombre propio. En el último censo nacional del lince ibérico se contabilizaron alrededor de 200, la mayoría en la sierra de Andújar (Jaén) y la comarca de Doñana, donde han muerto ocho animales desde enero de 2002. La organización WWF/Adena se sumó ayer a las voces de los expertos que reclaman la aplicación del plan de cría contra su extinción.

El grupo de expertos internacionales que se reunió en marzo en Huelva calificó la situación de la especie como "dramática". Los científicos avalaron el plan de cría en cautividad como una de las iniciativas necesarias para tratar de invertir el panorama actual, que parece conducir a la especie hacia la extinción.

En lo que va de año Doñana, donde apenas quedan una treintena de ejemplares, ha perdido dos linces. Uno falleció tiroteado en el coto de Hato Ratón, una finca enclavada en el Parque Natural que paradójicamente ha firmado un convenio con la Consejería de Medio Ambiente para desarrollar medidas de conservación del felino, según el coordinador de los programas de conservación del lince de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Simón. El guardia del coto alertó a la Administración del hallazgo del cadáver el pasado sábado 22 de marzo. Era un macho de dos años llamado Gerión.

El segundo ejemplar llevaba muerto más tiempo, pero su esqueleto fue localizado el pasado 20 de marzo, según WWF/Adena. Correspondía a una hembra de seis años bautizada como Yolanda. Estos dos casos elevan a ocho la cifra de linces muertos desde enero de 2002 en Doñana, la única zona con una población reproductora además de Andújar.

WWF/Adena pidió ayer la aplicación del programa de cría en cautividad con urgencia como una de las medidas para evitar su extinción, junto a la repoblación de conejos y la adaptación de hábitats. El responsable de especies de la organización, Jesús Cobo, tildó ayer de "escandaloso" que después de tres años sólo se cuente con cuatro hembras para la cría en cautividad. Cobo atribuyó la paralización del plan a la falta de "decisión firme para salvar el animal". Para la ejecución del plan están obligados a coordinarse el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía, que suministra los ejemplares. El único macho que se intentó utilizar, Fermín, falleció de tuberculosis antes de consumar ninguna tentativa. Su previsible sucesor será un ejemplar herido capturado el 18 de marzo.