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GUERRA EN IRAK | Las batallas del sur

Una columna de 'marines' logra atravesar Nasiriya

En la ciudad prosiguen los combates con fuego de artillería y ametralladoras

Una columna de 4.000 marines estadounidenses logró cruzar ayer el río Éufrates tras librar duros combates callejeros en la sureña ciudad iraquí de Nasiriya, con lo que los aliados abren una nueva línea de avance hacia Bagdad. Tras dos días de lucha, en los que tropas irregulares de Irak bloquearon el cruce del río y del canal Sadam, los marines despejaron un corredor de tres kilómetros para el paso de sus carros de combate.

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El convoy militar avanzó entre las calles protegido por los misiles lanzados desde los helicópteros y haciendo frente a un intenso fuego de artillería y ametralladoras iraquíes. Cuando los camiones de transporte y otros vehículos vulnerables cruzaron el río, los carros y demás vehículos blindados les siguieron dejando atrás a los combatientes iraquíes. Esa maniobra no supone el fin de los combates en Nasiriya, ciudad de 300.000 habitantes y situada a 350 kilómetros al sureste de Bagdad, donde ambos contendientes combaten por su control.

"Parece que todos los integrantes del convoy han logrado pasar", dice el periodista de Reuters que viaja con la Primera División de Marines. El Éufrates ha sido la mayor barrera que se ha encontrado el convoy desde su salida de Kuwait, 150 kilómetros al sur.

Durante casi tres horas de intensos combates, el periodista vio a dos civiles iraquíes muertos y uno herido. También resultó herido leve un marine. Los dos muertos iraquíes eran hombres de mediana edad, hermanos, según sus familiares, que estaban tendidos en el suelo de distintas habitaciones de una casa. Fuera, una anciana lloraba al lado de su marido herido mientras los marines trataban de curarlo. Pero conforme el convoy enfiló la carretera hacia Bagdad una escena terrible se abrió ante sus ojos: una treintena de iraquíes yacían sobre el asfalto, entre restos de autobuses, camiones y coches supuestamente alcanzados por los aviones de EEUU.

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El corresponsal de la agencia France Presse, que también se encuentra sobre el terreno, afirma haber visto decenas de cadáveres a la salida de Nasiriya, mientras que un oficial estadounidenses le dijo que habían caído "más de cien", sin especificar si se trata de combatientes o de civiles.

Los helicópteros de ataque Cobra golpearon las posiciones iraquíes con misiles, los carros de combate estadounidenses destrozaron las vivendas bajas de ladrillo con disparos a corta distancia, tan corta como cien metros. Las balas hacían añicos las paredes.

El fuerte repiqueteo de las ametralladoras de 50 milímetros de los blindados iraquíes fue casi constante mientras miles de tropas aliadas se abrían camino a través de la ciudad. La mayoría de las fuerzas que invadieron Irak el jueves con la intención de derribar a Sadam Husein ha rodeado las ciudades, pero, sin cruzar Nasiriya, es imposible alcanzar los puentes sobre el Éufrates.

El avance de los marines por la carretera que conduce a Kut, en la ribera del Tigris, abrirá una segunda vía en el avance hacia Bagdad, complementando a la infantería aliada situada al oeste del Éufrates, a unos 90 kilómetros de la capital iraquí.

Los marines han tomado posiciones defensivas en Nasiriya, en los tejados de la primera línea de edificios, que son bajos, de ladrillo y polvorientos. Tratan de localizar a los francotiradores y, según dicen, a las tropas irregulares que tienen granadas y ametralladoras. El capitan Joe Bevan asegura que sus hombres se enfrentaron, a unos 300 metros de distancia, a un grupo de entre 10 a 15 combatientes iraquíes, supuestamente fedayines, una milicia leal a Sadam Husein. Mataron a uno.

En el avance hacia Bagdad, las fuerzas anglo-estadounidenses se están topando con una resistencia numantina.

Dos <b><i>marines</b></i> estadounidenses detienen a un iraquí tras encontrar armas en su vehículo en las afueras de la ciudad de Nasiriya.
Dos marines estadounidenses detienen a un iraquí tras encontrar armas en su vehículo en las afueras de la ciudad de Nasiriya.EFE

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