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El parricida de Tuéjar pide que le condenen a 80 años de cárcel

El jurado culpa de asesinato al hombre que mató a su mujer y sus tres hijos

José Manuel Rubio, de 41 años, mató en la noche del 19 de noviembre de 2001 a su mujer y a sus tres hijos. Así lo admitió él ayer en la primera y única sesión del juicio por jurado sobre los hechos. José Manuel no desveló las razones del crimen. El fiscal dijo que "los motivos quedarán siempre para sí". José Manuel fue el único en declarar por acuerdo de las partes. Tres horas después, el jurado emitió veredicto de culpabilidad por cuatro asesinatos.

"He sido un buen padre y un buen marido". Ésas fueron las palabras de José Manuel Rubio al entrar en la sala del jurado. Se sentó en el banquillo sobre las 10.30. Escuchó al fiscal, a la defensa, a la acusación, al presidente del tribunal y vio a los miembros del jurado. De forma escueta y clara contestó a las preguntas del ministerio público. Admitió que la noche del 19 de noviembre de 2001 mató a puñaladas a su mujer, María Pilar, de 37 años, y a sus tres hijos: Sara, de 10 años; Eva, de siete, y David, de cinco, y aseguró estar arrepentido. Las razones "quedarán siempre para sí", dijo el fiscal, quien pidió pena de cárcel de 20 años por cada una de las muertes, una indemnización para los padres de la fallecida de 480.809 euros y que se considerara el agravante de parentesco y la atenuante de confesión.

A esa misma calificación de los hechos se unió el letrado de la acusación particular, Roque Gámbaro. La defensa de Rubio, Ángel Miguel Poveda pidió en principio dos años y seis meses por cada muerte, que entendía homicidio, y que se valorara que el matrimonio mantenía riñas constantes, que era consumidor de cocaína, que estaba afectado en su capacidad de juicio, que se obcecó y que confesó. Pero antes del objeto del veredicto, el abogado modificó en actas su petición, a instancias de su cliente según explicó, y se adhirió a la calificación del fiscal.

En ese relato consta que José Manuel volvió de trabajar y sobre las 20,30 se acostó. "Se levantó después y tomó la decisión de acabar con la vida de su esposa e hijos. Fue a la cocina, cogió un cuchillo, fue al salón, donde María Pilar veía la televisión, se lo clavó por la espalda en el cuello", recoge la calificación. Y agrega que la acuchilló otras 20 veces, que luego fue al dormitorio del menor de sus hijos y le asestó nueve puñaladas, otras once después a su hija Eva, que también dormía. Por último, fue al cuarto de Sara, la mayor. Estaba dormida y la acuchilló una vez. La pequeña se despertó. José Manuel Rubio afirmó ayer que la cogió y le dijo: "Mi vida, vas a morir, tranquila". La apuñaló 24 veces.

José Manuel Rubio, que en prisión lleva las fotos de su familia, de quien los informes aseguran que consumía cocaína de forma esporádica y que estaba en su sano juicio, sin ninguna perturbación mental, dijo en su último uso de la palabra ante el tribunal: "Quiero a mi mujer y a mis hijos con locura. Cada noche, cuando los tapaba para que no tuvieran frío, pedía a Dios que no les pasara nunca nada, que antes me pasara a mí".

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