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Entrevista:Estrategias | JOSÉ FRANCISCO ZAMARRIEGO

"Somos imprescindibles para reducir el gasto farmacéutico"

"La efectiva implantación de los genéricos es la única medida estructural válida para la contención del gasto farmacéutico a medio y largo plazo", asegura José Francisco Zamarriego, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Sustancias y Especialidades Farmacéuticas Genéricas (AESEG). Una agrupación que integran 18 laboratorios y que es responsable del 50% de la cuota de mercado de genéricos. Una actividad que movió 250 millones de euros en 2002, según precios de venta de laboratorio, o 440 millones con la inclusión del IVA.

Pregunta. De entrada, ¿qué son los genéricos?

Respuesta. Son especialidades, según la Ley del Medicamento, con la misma forma farmacéutica e igual composición cualitativa y cuantitativa en sustancias medicinales que otra especialidad de referencia. La mayor ventaja del medicamento genérico es su precio de venta: entre un 25% y un 30% más barato que el de marca.

"La cuota de mercado del genérico en España está muy por debajo de la media europea y aun así aportó un ahorro de 126 millones a Sanidad"

P. ¿Qué quiere decir cuando habla de implantación efectiva del genérico?

R. Simplemente que el sector está estancado, pese al teórico fomento de este tipo de medicinas por la Administración. Los datos de 2002 son reveladores. La cuota media de mercado de los genéricos en valor apenas alcanzó el 3,6% y el 4,5% en unidades. A pesar de que en ese ejercicio la cantidad de especialidades genéricas aumentó un 35% y de que el incremento del gasto farmacéutico se acercó al 10%, nuestro negocio creció menos de un 1%.

P. En definitiva, que están contribuyendo muy poco a reducir la factura sanitaria.

R. A nuestro pesar. Hemos aportado 126 millones a la contención del gasto en 2002. Sin un crecimiento sostenido del mercado de genéricos por encima del crecimiento total, será casi imposible contener el gasto farmacéutico. Con una cuota como la que tenemos, el ahorro por reducción directa de precios es una medida para la que ya apenas hay margen.

P. La ministra de Sanidad ha hablado, sin embargo, de una posible reducción de los precios de los genéricos.

R. Esa medida penalizaría a un sector incipiente como el nuestro, que, a pesar de su estancamiento en ventas, ha sido capaz en el último año de casi duplicar el número de especificaciones a disposición del mercado (1.300 elaboradas a partir de 82 principios activos), y podría obligar a cerrar a algunos laboratorios. Aunque somos un sector joven, hay 3.000 empleos que dependen del mismo, e inversiones anuales de 20 millones de euros, difícilmente sostenibles si se reduce el precio de estas medicinas.

P. ¿Qué hace falta para desarrollar este sector?

R. Nosotros, desde la AESEG, hemos planteado a la Administración 10 propuestas concretas que, en resumen, persiguen tres grandes objetivos: facilitar el acceso al mercado de nuevos medicamentos genéricos, impulsar su prescripción y dispensación, y favorecer su financiación. La meta es conseguir un mercado de genéricos equiparable en cuota sobre el total de medicamentos a la media europea, que se sitúa en el 15%, aunque en algún país como Alemania llega al 27%.

P. ¿Cómo se consiguen esos tres grandes objetivos?

R. El acceso al mercado de nuevos genéricos depende de la Administración. Se lograría dando prioridad a las autorizaciones de nuevos genéricos, agilizando el trámite de concesión de precios y autorizando el uso experimental antes de la expiración de la patente. También incentivando la prescripción y dispensación de nuestros productos en la sanidad pública con medidas como la introducción de una casilla de "no sustitución" en las recetas de genéricos; la reserva del uso de las siglas TDL (tratamiento de larga duración) para las especialidades farmacéuticas genéricas (en los grupos donde no exista genérico), y mediante la dispensación sistemática de genéricos cuando la prescripción se haga por principio activo.

P. ¿Y sus propuestas de mejora en la financiación?

R. Pedimos que se igualen los márgenes entre el genérico y el fármaco de marca, reservando el estatus de aportación reducida a las especialidades genéricas en los grupos donde existan. No nos interesa que el farmacéutico gane menos por dispensar un genérico en vez de una medicina con marca.

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