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1.600 personas siguieron en San Sebastián el Festival de Cine de Derechos Humanos

Maribel Marín Yarza

Hace tan sólo dos días que se clausuró el primer Festival de Cine de Derechos Humanos de San Sebastián y sus responsables ya piensan en diseñar una propuesta más ambiciosa para el año entrante. "Estamos pensando ideas que den juego a un gran proyecto en el futuro", aseguró ayer Txuri Aranburu, directora del área municipal de Cooperación y Tolerancia, tras constatar un éxito de público inesperado. Un total de 1.661 espectadores -237 de media por sesión- han asistido a las siete proyecciones y a los coloquios de este foro, celebrado entre el 14 y el 20 de marzo.

El festival, organizado por Cooperación y Donostia Kultura, ha propiciado un doble debate sobre cine y derechos humanos, enriquecido por acontecimientos que aún no se intuían cuando se diseñó el programa. El debate sobre el derecho a la información en tiempos de guerra se ha topado de bruces con el inicio de la contienda en Irak; el de derecho a la información, con la clausura de Egunkaria,... "El festival ha sido modesto, pero en una sociedad crispada como la nuestra es importante crear espacios donde sea posible la confrontación ideológica, desde el respeto", según aseguró el responsable municipal de cine, José Luis Rebordinos.

El resultado ha dejado tan satisfechos a los organizadores que ya piensan en crecer y en diversificar la oferta. "Pero tenemos que decidir si le damos carácter de certamen, si establecemos premios...", manifestó Aranburu. Rebordinos ofreció una clave más: "Si vamos paso a paso, en cinco años podemos tener algo sólido, porque esto me recuerda un poco a la Semana de Cine Fantástico y de Terror".

Para el año que viene, los responsables del certamen plantean tratar asuntos como el derecho a la educación, la problemática de los niños de la calle o el maltrato a las mujeres, e implicar a nuevos públicos. Aranburu anunció que se organizarán sesiones matinales para niños y actividades paralelas. Por ejemplo, un restaurante de cocinas del mundo, al hablar de interculturalidad.

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