Las centrales creen que la patronal quiere "pudrir" el paro de autobuses
La huelga de los autobuses privados en Vizcaya cumplió ayer su cuarta jornada consecutiva con el mismo panorama que en días anteriores. El paro es total en el transporte escolar, de trabajadores y excursiones y sólo hay servicios mínimos en las líneas regulares a otras capitales. Tampoco se registró ningún acercamiento entre sindicatos y la patronal.
El representante de UGT, Pedro Angulo, aseguró que las empresas pretenden que la huelga "se pudra" para que sea preciso un arbitraje obligatorio por parte de la Administración, informa Efe. Los sindicatos ya anticiparon el jueves que no aceptarán ningún tipo de laudo.
La jornada de ayer transcurrió sin incidentes, como admitió el portavoz de la patronal, Jesús Orbea. "Hemos desistido de hacer algunos servicios porque el primer día fueron apedreados varios autobuses". Orbea reconoció que en las líneas regulares se cumplen los servicios mínimos y constató el nulo acercamiento entre las dos partes. El portavoz de la patronal sostuvo que, si los sindicatos están dispuestos a negociar una subida porcentual, los empresarios "inmediatamente" se sentarían a hablar.
Los motivos de la huelga iniciada el martes son el incremento salarial y la reducción de la jornada laboral. Los trabajadores han pedido un aumento mensual durante los dos próximos años de 180 euros, lo que supone una subida media del 16,5%, y una disminución de la jornada anual en 24 horas. La empresa ha planteado la negociación salarial en torno al IPC.
La Federación Católica de Padres de Vizcaya recordó ayer que los principales perjudicados son los escolares e instó a ambas partes a solucionar el conflicto.
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