La Fundación Tàpies revisa la influencia social de la tecnología
'Indivisuals' reúne a nueve artistas que abordan el impacto de los nuevos medios
El teléfono móvil y la conexión a Internet son dos de los últimos avances que han trastocado la vida personal de los ciudadanos y la manera de relacionarse con sus congéneres. Lo privado y lo público han cambiado su ubicación debido al uso diario de tecnología doméstica. "Ahora el gran espacio público es la conexión, y los antiguos lugares públicos se han privatizado", señaló Jorge Luis Marzo, comisario de Indivisuals, una exposición colectiva que aborda las relaciones entre tecnología y comportamiento social que se presenta en la Fundación Tàpies de Barcelona hasta el 15 de junio.
Según los datos aportados en la exposición, hoy en día en España se producen un 40% más de llamadas que hace doce años. "¿Es que tenemos más cosas que decir ahora?", se pregunta Marzo. El uso de esta tecnología asequible de comunicación está condicionando incluso los discursos sobre nosotros mismos. El "¿dónde estás?", fórmula habitual de inicio de conversación cuando se habla a un receptor que dispone de un celular, está provocando una respuesta menos social y más individualizada de nosotros mismos.
En este juego de redefiniciones de lo colectivo y lo íntimo se inscriben los trabajos que se presentan en Indivisuals. A partir de la tarde de ayer, Guillermo Trujillano incorpora un espacio exterior a la exposición. En el vestíbulo de la Fnac, El Triangle de Barcelona ha instalado un teléfono público mediante el cual se pueden efectuar llamadas públicas a cualquier número. Y gratis. El precio que ha de pagarse es que las conversaciones se escucharán a tiempo real por la megafonía del recinto.
Ya en la Tàpies, Pep Dardanyà ha instalado unas cabinas del tipo peep-show en las que el espectador, en contra de lo que suele ser habitual en este tipo de artilugios, no contemplará escenas íntimas, sino imágenes tomadas de lugares públicos. De esta manera, Dardanyà plantea pasar lo público al territorio privado. El canadiense Brian Scott sugiere, con una instalación fotográfica, que la tecnología puede ser frenada por la natural resistencia del ser humano a realizar cambios. Es éste el motivo -y así lo plantea el autor- por el cual en los ordenadores se sigue utilizando un teclado inventado hace 130 años.
La exposición también permite al espectador estar presente en una realidad que sin la tecnología no podría percibirse. Mediante unos prismáticos que presenta el arquitecto Alexandre Pilis podemos contemplar simultáneamente una visión frontal y otra en la que vemos nuestra propia espalda. Taras Polataiko plantea que el tradicional "no hacer nada" ha sido sustituido en nuestra sociedad mediática y tecnológica por el "voy a mirar la televisión". David Hoffos crea una representación virtual de una familia cuyos miembros se encuentran conectados a gadgeds tecnológicos como una gameboy, un walkman y un teléfono móvil. Completan la exposición los artistas Mauren Connor, y Orit y Aviv Kuglanski, que presentan obras que implican la tecnología con el entorno laboral y el doméstico. La exposición dispone de la web www.indivisuals.org.
Babelia
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