Dos niños sufren amputaciones de dedos por tirar petardos
Dos niños permanecían ayer ingresados en el Hospital La Fe de Valencia después de haber sido intervenidos de urgencia por accidentes graves durante el pasado fin de semana cuando tiraban petardos y haberles sido amputados varios dedos de las manos.
Según fuentes sanitarias, uno de los menores se accidentó cuando celebraba las Fallas en la localidad de Silla y le fueron amputados dos dedos de la mano derecha, a consecuencia de lo cual está siendo atendido en el pabellón de Escolares Quirúrgicos del hospital La Fe.
En el mismo pabellón se encuentra junto a él un menor de 12 años residente en la localidad de Paiporta, herido el pasado sábado sobre las 14.00, al que el equipo de médicos de urgencia tuvo que amputarle poco después de ingresar en el centro un dedo de la mano derecha.
El pequeño jugaba en el momento del accidente con los restos de un masclet y, al parecer, en compañía de al menos otros dos menores de los que uno de ellos resultó con heridas sangrantes en la cara por efecto directo de la explosión de la pólvora que quedaba en un masclet ya utilizado. Según fuentes hospitalarias, el estado de los dos menores es favorable y se recuperan en el tiempo y formas previsto.
Desmayos a decenas
Por otra parte, la aglomeración de público en la plaza del Ayuntamiento durante la mascletà sigue provocando desmayos a decenas. Los efectivos de Cruz Roja realizaron ayer 20 atenciones sanitarias durante la decimoséptima mascletà de las fiestas de 2003.
Del total de servicios que se realizaron, 16 fueron atenciones por lipotimias, dos por la introducción de cuerpos extraños en los ojos y los otros dos por heridas, según las mismas fuentes.
El dispositivo de Cruz Roja a propósito de la Fallas es especial y está integrado por 350 voluntarios y 31 vehículos para prestar la atención sanitaria en el caso que se produzca algún accidente en el transcurso de los numerosos actos que se están celebrando en la ciudad con motivo de la semana fallera.
Fuentes de la policía local apuntaban ayer que los accidentes con petardos de menores indican que "algo no está funcionando oportunamente". Según dichas fuentes, "los menores tienen acceso en los quioscos a un tipo de petardo que de ninguna manera puede suponer un riesgo para su salud. Por tanto, si estos han estado en contacto con otro tipo de artificio, es que algo no está funcionando. Los padres no pueden permitir que los más pequeños manipulen petardos potentes y es de todos sabidos que deben estar junto a ellos cuando los están manipulando. O es eso o, como nos ocurre en muchas de las intervenciones que hacemos, determinados establecimientos no cumplen la norma como deberían y vendes cosas que no tocan, sin darse cuenta siquiera del riesgo que corren los consumidores".
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