El juez deja en libertad con cargos a los tres activistas de Greenpeace

El juzgado de guardia de Rota (Cádiz) acordó ayer dejar en libertad con cargos de resistencia a la autoridad y desobediencia civil a los tres pacifistas de Greenpeace que fueron detenidos la noche del viernes por la Guardia Civil después de abordar el Rainbow Warrior y remolcar a la fuerza al buque insignia de esta organización ecologista al puerto de Cádiz.

El director de Greenpeace en España, Juan López de Uralde, condenó ayer en Cádiz la actuación del Gobierno español al que acusó de emplear la fuerza "de manera desproporcionada" contra un grupo pacifista en una operación que, a su juicio, fue "ilegal".

Tras tomarles declaración, el juez dejó en libertad con cargos al capitán del buque, Daniel Rizzoti, al que le imputa sendos delitos de resistencia a la autoridad y desobediencia civil al no atender una orden judicial que le instaba a abandonar su posición frente a la bocana del puerto naval de la base militar de Rota: el Rainbow Warrior llevaba allí fondeado tres días intentando impedir la salida de buques de guerra norteamericanos. Los otros dos miembros liberados son Carlos Bravo, responsable en España de la campaña de desarme de esta organización, y el tripulante neozelandés Phil Lloyd. A ambos se les acusa de resistencia a la autoridad. Los tres deberán acudir a un juicio cuya fecha todavía no ha sido fijada.

Homenaje

López de Uralde se mostró muy crítico con la operación desarrollada por la Guardia Civil y la Armada española. "Fue ilegal porque no tuvimos tiempo para valorar la orden judicial cuando ya se produjo el abordaje", detalló el director de Greenpeace, quien afirmó que no hubo ninguna comunicación de las autoridades de que iban a tomar el mando del barco. "En un abordaje que se produjo en el Reino Unido una autoridad informó de que tomaban el mando. En lugar de eso, se produjo una operación peligrosa poniendo en peligro la vida de los 22 miembros de la tripulación", denunció López de Uralde, quien reclama ahora a las autoridades españolas que recuperen el ancla del buque, que cortaron y está en el fondo del mar, y la lancha que les requisaron en la operación.

Los activistas de Greenpeace recibieron un homenaje de las miles de personas que se concentraban ayer en Cádiz en el acto de protesta convocado contra la guerra en Irak. "Ha sido muy emocionante contemplar cómo mucha gente estaba con nosotros en Rota en su fuero interno", dijo López de Uralde, quien lamentó la posición del Gobierno de Aznar ante este conflicto. "Es lamentable que intenten parar a unos pacifistas cuando lo que tienen que parar es la guerra porque no pueden parar la marea humana que hay contra los deseos bélicos de EE UU contra Irak y el apoyo del Gobierno español", añadió.