La hija menor de Lluch será candidata del PSE en San Sebastián
Odón Elorza descarta la posibilidad de pactos poselectorales con el PP
El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, descartó ayer toda posibilidad de cerrar algún compromiso con el PP, tanto para la formación de listas conjuntas como para la orientación de futuros pactos poselectorales. Elorza, quien gobierna en solitario desde que hace un año rompiese su alianza con los populares, anunció que no va a dejarse envolver en la "trampa" -el "abrazo del oso", dijo- que el PP intentó, en su opinión, en las pasadas elecciones autonómicas.
Elorza aclaró que con el PP comparte la defensa de la vida y las libertades pero, más allá de esos principios básicos, los desacuerdos son "profundos". Fue categórico al afirmar que los socialistas vascos no albergan ninguna "intención política" de cerrar listas conjuntas con el PP -algo que la ejecutiva del PSE ha repetido varias veces- y ni siquiera de fijar posibles pactos poselectorales. La aspirante popular a la alcaldía, María San Gil, lanzó en la presentación de su candidatura un guiño a Elorza al declararse dispuesta a sellar en el futuro la alianza municipal rota.
El alcalde y candidato socialista a la reelección hizo estas declaraciones ayer durante la presentación de su libro La ciudad que nos une (Itxaropena), un texto programático en el que trata de reflejar los cambios experimentados por San Sebastián durante los 12 años de gestión socialista, además de avanzar su proyecto de "refundación" futura de la ciudad. El título resume la política de "encuentro y unión" que Elorza ha querido imprimir a sus tres mandatos frente a la de "controversia y odio" que últimamente están instalados en Euskadi.
La obra está prologada por su amigo y mentor Pasqual Maragall, líder de los socialistas catalanes y candidato a la presidencia de la Generalitat, quien ayer le acompañó en la presentación, igual que hace cuatro años le apoyó en la campaña electoral.
Apoyo de Maragall
El acto, repleto de referencias a la amistad entre Cataluña y el País Vasco, se celebró, además, en el Centro Cultural Ernest Lluch. Poco antes de finalizar y por sorpresa, Elorza anunció, no sin cierta emoción, que Mireia Lluch, la hija menor del político catalán asesinado por ETA en noviembre de 2000, formará parte de la candidatura socialista al ayuntamiento donostiarra. "La agrupación socialista donostiarra la acoge unánimente", dijo Elorza. "A su padre le hubiera gustado muchísimo saber que Mireia nos acompañará", añadió.
Acompañaron al alcalde los ocho concejales de su equipo, además de la directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Gobierno vasco, Maixabel Lasa. No asistió ningún dirigente socialista guipuzcoano, en ese afán por marcar su independencia de la disciplina de partido que Elorza cuida tan escrupulosamente y en la que sustenta parte de su éxito electoral.
Maragall afirmó que en España existe un "exceso de judicialización" de la política, algo que revela "un cierto fracaso gubernamental". A su juicio, en Euskadi este hecho es "muy claro" y constituye la prueba de que "ese tercer poder tiene que intervenir cuando los otros dos no funcionan".
"No es bueno que tenga que ser la judicatura la que nos diga a cada paso si los gobiernos, algunos partidos o algunos diarios lo hacen bien o mal", dijo. Calificó el cierre de Egunkaria de hecho "muy grave, que retrotrae a momentos de inexistencia de libertades". "Pero se ha realizado en libertad y, por tanto, con una división de poderes a la que tenemos que dejar trabajar". Respecto a la denuncia de torturas del director del diario, Martxelo Otamendi, recordó que está en manos de la justicia, en la que hay que "confiar" para que "haga la luz" sobre el asunto.
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