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Reportaje:CONDENA A DOS BANQUEROS

Dos constructores que soñaron con ser los primeros banqueros

'Los Albertos' codiciaron el Banco Central, pero Escámez les frenó con el apoyo de Conde

Alberto Cortina y Alberto Alcocer, los Albertos, protagonizaron uno de los periodos más convulsos de la reciente historia empresarial y financiera española, que tuvo su cenit entre los años 1985 y 1995. Casados con Alicia y Esther Koplowitz, los Albertos gestaron su poder económico en el sector de la construcción (Construcciones y Contratas) y saltaron al ruedo económico nacional cuando el 26 de noviembre de 1987 formaron Cartera Central con la intención de controlar el 12,5% del Banco Central, entonces el primer banco nacional.

Fue un disparo en la línea de flotación de una entidad anquilosada, que presidía Alfonso Escámez, quien desde el primer momento se percató de que la operación iba dirigida a ocupar su propio sillón presidencial. Cartera Central estaba participada al 51,2% por Construcciones y Contratas y al 48,8% por KIO, con quien el grupo constructor tenía muy buenas relaciones a través de Javier de la Rosa, el entonces poderoso hombre de la firma kuwaití en Epaña. Cartera Central eligió para lanzar su órdago bancario en plena OPA hostil del Banco Bilbao sobre Banesto, presentada 35 días antes, durante el desembarco en Banesto de Mario Conde y Juan Abelló como nuevos accionistas y con las familias tradicionales del banco (Garnica, Argüelles, Figaredo...) divididas y desorientadas.

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El mundo bancario hervía y los Albertos se convirtieron en el centro y estrellas de las finanzas en el bienio más dinámico del sector de las últimas décadas. Los bancos españoles eran examinados con lupa por las firmas extranjeras ante la posibilidad de alguna jugosa compra por sus altos márgenes. Fue la época conocida como del pelotazo.

Escámez se resistió a dar el poder a Cartera Central y seis meses más tarde, en pleno acoso del primer accionista (mayo de 1988), se lanzó a los brazos de Mario Conde, flamante presidente de Banesto, que había logrado salvar la embestida del Bilbao. La fusión entre el Central y el Banesto (los dos con plomo en las alas) era contra natura, según explicaban los expertos, pero Escámez resolvía con ello sus problemas internos al diluirlos.

Romualdo García-Ambrosio, un abogado de plena confianza de los Albertos, se convirtió en la sombra de los empresarios en el Central para acorralar a Escámez. Desde mayo de 1988 hasta febrero de 1989, cuando se fue al traste esta fusión defensiva y en el fondo no querida ni por Conde ni por Escámez, la vida de los protagonistas financieros saltó a las páginas de la prensa rosa en un complicado juego de intereses, amenazas y tintes detectivescos.

Los problemas conyugales de los Albertos salen a la luz y la fusión con Banesto se difumina para alegría de Conde y Escámez. El 1 de marzo de 1989 se oficializó la ruptura de la fusión y los poderosos empresarios de la construcción iniciaron una nueva etapa en su vida profesional (poco después, también en la personal), retirándose a su cuartel de invierno: el Banco Zaragozano, entidad que se quedaron tras el acuerdo al que llegaron con sus respectivas esposas. La parte del león (Fomento de Construcciones y Contratas) se la quedaron Alicia y Esther Koplowitz.

Tras el frustrado asalto al Central, los empresarios se centraron en 1990 en Cofir, sociedad de inversión que habían creado con el magnate italiano Carlo de Benedetti en 1987, cuando estaban en plena cresta de la ola económica. Cofir, con participaciones en NH Hoteles, Sotogrande, Berberana, Massimo Dutti, Fonfir, entre otras, invirtió en 1990 en Macosa y los empresarios retoman su pulso inversor. Tras unos años de idílicas relaciones económicas con De Benedetti, los problemas del condottiero italiano con su diversificación europea y su implicación en la crisis del Banco Ambrosiano provocan en esta ocasión un divorcio económico que permite a los Albertos centrarse aún más en el Banco Zaragozano, entidad de tamaño mediano a la que habían dedicado hasta ayer todo su tiempo.

Cortina y Alcocer, en la foto que les dio a conocer.
Cortina y Alcocer, en la foto que les dio a conocer.MIGUEL GENER

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