El nuevo plan urbanístico del área de San Sebastián apuesta por "potenciar" el actual puerto de Pasajes

El Plan Territorial Parcial (PTP) de Donostialdea-Bidasoa, que abarca la zona entre Andoain y San Sebastián y entre Usurbil y Hondarribia, propone "consolidar la actual actividad portuaria" de Pasajes, mediante su "especialización y mejora" con el apoyo del corredor industrial de Gaintxurizketa y la reconversión terciaria del muelle de Herrera, la regeneración urbanística de Pasai Antxo y la "recualificación paisajística y ambiental" de todo el perímetro urbano del Puerto.

El PTP más importante de Guipúzcoa, que fue presentado ayer por el consejero de Ordenación del Territorio, Sabin Intxaurraga, y la diputada de Urbanismo, Koruko Aizarna, plantea en su "documento de avance" que la hipotética construcción del puerto exterior de Pasajes tiene una trascendencia económica que "rebasa el marco" del plan, aunque admite que la ampliación portuaria en las faldas de Jaizkibel, supondría "un vuelco" en el valor urbanístico de la bahía pasaitarra y la comarca de Oarsoaldea.

La transformación urbanística de Donostialdea en un horizonte de 16 años exige igualmente cambios en materia de carreteras y ferrocarril. Así, el PTP prevé la construcción del segundo cinturón de San Sebastián con peaje y la "reconversión" del tramo actual de la A-8 como un "eje distribuidor metropolitano" entre San Sebastián y la frontera sin coste para los usuarios.

El PTP delimita el futuro ordenamiento territorial de un área de 376 kilómetros cuadrados donde se asienta una población de 386.000 habitantes (el 57% de los residentes en Guipúzcoa), de los que sólo 16.000 viven en el ámbito rural. El director de Ordenación del Territorio, Martín Arregi, abogó por realizar reservas de suelo en esta zona tan densamente poblada y propuso la reconversión integral de las instalaciones de Cementos Rezola, ubicadas en Añorga, por su "localización incompatible con su entorno.

También citó el barrio de Martutene, donde se encuentran la cárcel provincial y los cuarteles de Loiola. Arregi propuso estudiar la posibilidad de trasladar estas instalaciones para promover operaciones residenciales en su lugar.