Contaminación acústica
Felicitamos al Tribunal Supremo por la condena impuesta al dueño de una discoteca de Palencia y al mismo tiempo nos alegramos por los vecinos afectados por los ruidos, porque se ha hecho justicia. Después de tanta propaganda sobre medio ambiente, es bueno que haya sentencias condenatorias por el impacto acústico; es la única manera de que se tomen medidas para paliarlos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el ruido como un agente contaminante de primer orden, que afecta a nuestro bienestar y puede causar graves perjuicios en nuestro organismo.
De las innumerables clases de ruidos que atormentan al hombre moderno, los expertos han señalado la que produce el tráfico como la más omnipresente y molesta. Los efectos nocivos del ruido son tanto fisiológicos como psicológicos. El incremento de la ansiedad es considerable y una exposición extensa al ruido actúa como factor de estrés, de perturbación del sueño y, en consecuencia, propicia las enfermedades derivadas de estos factores y merma considerablemente la calidad de vida.
Estos ruidos incesantes (día y noche) los llevamos padeciendo durante aproximadamente 10 años varios vecinos del Barrio de San Adrián a causa de la Variante Este (incumplimiento de proyecto e incumplimiento de las medidas correctoras). Sólo nos queda a que la Sala de lo Contencioso Administrativo dicte sentencia, con la salvedad aquí de que la demandada es la propia Administración: el Departamento de Obras Públicas de la Diputación de Vizcaya y la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno vasco.
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