La Generalitat autoriza el reglamento de La Caixa que allana el relevo de Vilarasau

El relevo de Josep Vilarasau por Ricard Fornesa en la presidencia de La Caixa superó ayer su último obstáculo: el visto bueno del Gobierno catalán al cambio de estatutos de la tercera entidad financiera de España, que la asamblea de la caja aprobó el pasado 20 de febrero para cumplir con las leyes de cajas estatal y catalana. La Caixa confirmó haber recibido la vía libre de Economía a un cambio de estatutos que fija como tope de edad para ser nombrado consejero, y por ende, presidente, haber cumplido 75 años.

El camino queda así allanado para que el próximo consejo de administración de la entidad, programado para dentro de seis días, escenifique la salida de Vilarasau, aunque nadie se atreve a anticipar si el impredecible presidente preferirá ganar tiempo.

Josep Vilarasau lleva apenas cuatro años como presidente de La Caixa, pero deberá abandonar el cargo porque, en su factultad de desarrollar la reformada ley estatal, la Generalitat ha fijado en Cataluña un límite de 20 años para ser consejero, en el que también suman los años acumulados en el cargo de director general. Vilarasau lo fue entre los años 1976 y 1999. Vilarasau pasará el testigo a Ricard Fornesa, íntimo colaborador suyo y presidente de Agbar. Con el cambio de estatutos, Fornesa, de 71 años, tiene por delante un mandato al frente.

Vilarasau seguirá como presidente de la Fundación La Caixa, puesto que ya ostenta. Ayer, el Gobierno catalán dio por bueno el cambio en los estatutos de la fundación, realizado para desligar la presidencia de la caja de la de la fundación. El sindicato Comisiones Obreras había impugnado el cambio.